¡Ya están aquí las abubillas!

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Aunque todos los años se observan algunos ejemplares de esta especie que permanecen durante los meses invernales en distintos puntos de la provincia -generalmente en las comarcas más meridionales como Sayago, Toro o La Guareña-, la abubilla es en nuestras latitudes una especie de hábitos esencialmente migradores a causa de su alimentación insectívora. Las más madrugadoras comienzan a regresar del sur en febrero pero es a lo largo del mes de marzo cuando se confirma la vuelta generalizada de estas singulares y populares aves a sus territorios de cría. Es ahora cuando en campiñas, dehesas, sotos y bosques abiertos comienza a ser habitual su característico y relajante canto “up-up-up….up-up-up…”.

La abubilla es una de las aves que mayor impacto y presencia tiene en la cultura tradicional europea y, en general, en todas las culturas propias de su área de distribución (Eurasia y África): mensajero celestial y ave de buen agüero en China, confidente del rey Salomón en la tradición islámica, protagonista de la comedia Las aves del clásico griego Aristófanes…

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No es de extrañar, así, que también sea una de las aves más populares en nuestro entorno. Por ejemplo, no son pocos los pueblos españoles y portugueses cuyo mote colectivo coincide con el nombre local de esta especie (por ejemplo “bubillos”). Y cierto que estos nombres vernáculos populares son muy abundantes en las comarcas zamoranas, donde hemos recopilado todas estas variantes: bubilla, bubillo, buzbilla, bubiella, bobiella, boubiella, boubiela, bubela, boubela, abubilla, abobilla, abubiella, abubina, cuco y cucuyo.

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Todos estas denominaciones -así como nombre latino (upupa) y la mayor parte de los que recibe en el conjunto de las lenguas europeas- tienen su origen en el canto de la abubilla el cual a menudo nos ayuda a descubrir a esta ave de aspecto exótico en sus posaderos. Estos días soleados de la primavera temprana son ideales para acudir a su llamada y disfrutar con la observación de una de nuestras aves más bonitas y peculiares.