
Las dos especies ibéricas autóctonas de quelonios de agua dulce, el galápago europeo (Emys orbicularis) y el galápago leproso (Mauremys leprosa), se encuentran ampliamente distribuidas en la provincia de Zamora ocupando, con densidades muy variables en ambos casos, la mayor parte de nuestras comarcas.

En el caso del galápago europeo, las poblaciones más importantes son las de la comarca de Sayago, que se halla en el suroeste de Zamora y que constituye, sin duda, una de las mejores áreas para esta especie en toda la península ibérica. El leproso resulta también relativamente frecuente en Sayago y además está muy bien distribuido a lo largo del curso del río Duero.

De este modo, es lógico que los galápagos hayan tenido un hueco en la cultura popular tradicional de nuestros pueblos, especialmente en aquellas comarcas, como la de Sayago, donde sus densidades resultan más elevadas. Al igual que en muchas zonas de Extremadura, Andalucía y Portugal, la abundancia de estos reptiles favoreció su captura y consumo culinario, y también era frecuente mantenerlos vivos en las viviendas, debido a la extendida creencia de que su presencia ahuyentaba a los ratones.

¿Y cómo se llaman aquí? La denominación más extendida para ambas especies en la provincia de Zamora es la de “tortuga”, recogida en la propia capital, en Toro, Tierra de Campos, Benavente y Sayago y que es también tradicional en otras provincias vecinas como la de Valladolid.

Por otro lado, tenemos un grupo de vernáculos en los que se identifica a estas especies como “sapos con concha” y que son característicos del noroeste de la península ibérica (Galicia, norte de Portugal y el oeste de Zamora y de León). Este es el caso de “sapo concho”, recogido en Sayago, “sapo conchero” en Aliste, Tábara y el Valle del Tera y “sapo cunqueiro” en Sanabria (de “cunca” que es una denominación local usada para las conchas de los moluscos).

Finalmente, aparece más localizado el uso de “galápago” y su variante “calápago”, en algunas localidades sayaguesas. Estas denominaciones vernáculas son también las habituales en Salamanca, Extremadura, Andalucía y muchas áreas de Castilla.

Emparentado con este término de origen prerromano, encontramos una forma muy interesante que conocemos solamente por estar presente en la toponimia de la localidad de Abelón, donde existe un pago llamado “El Calágado”. Como vemos se trata del mismo término usado como denominación general y oficial en portugués (“cágado”) pero conservando la “l” intervocálica que se pierde en portugués y en gallego. No tenemos constancia de que este nombre (“calágado”) siga vivo en la zona pero está claro que en el pasado se tuvo que usar.

Sobre la relación que la taxonomía popular establece entre los quelonios y los anfibios (y particularmente con los anuros) ya hemos visto el ejemplo de los vernáculos del tipo “sapo concho”. Pero es que además es muy frecuente encontrar la transposición de estas denominaciones (“sapo conchero”, “sapo cunqueiro”) a grandes anuros terrestres -generalmente al sapo común Bufo spinosus-, a menudo en lugares donde los galápagos son muy escasos o están ausentes.

Lo cierto es que la presencia de estos singulares reptiles en nuestra cultura popular es una cuestión que apenas ha sido estudiada. Por ello resultaría de agradecer cualquier aportación que puedan realizar los lectores para ampliar nuestros escasos conocimientos: nombres populares, creencias, usos tradicionales, nombres de lugares que hagan referencia, etc.