Esta semana, Maribel Martín y yo nos acercamos hasta la villa de Fermoselle, en pleno parque natural “Arribes del Duero”, para disfrutar de una de las mariposas más impresionantes y escasas de Zamora: la Mariposa del Madroño (Charaxes jasius), de la que ya hemos hablado en otra ocasión.

Estuvimos prospectando un sector de unas 10 ha de extensión, con viñedos y frutales y salpicado de minúsculos rodales del bosque mediterráneo local, entre cuyas especies integrantes se cuenta el Madroño (Arbutus unedo), planta nutricia de las orugas de nuestra protagonista.

Dimos con 7 ejemplares adultos de Charaxes, muy activos, que nos deleitaron con frecuentes persecuciones territoriales entre ellos y también con otras grandes mariposas con las que comparten su hábitat. Como la Macaón (Papilio machaon) y la Chupaleches (Iphiclides feisthamelii), que estaban presentes con una densidad más que notable para estos papiliónidos.

Más abundantes todavía, posadas en los caminos y las piedras, a la sombra de los árboles, resultaban las mariposas del género Hipparchia. Concretamente, el Sátiro Moreno (Hipparchia statilinus) y el Festón Blanco (Hipparchia fidia).

La lista se completó con otras 12 especies más: Vanessa cardui, Lasiommata megera, Argynnis pandora, Melitaea didyma, Coenonympha lyllus, Maniola jurtina, Pyronia cecilia, Brintesia circe, Favonius quercus, Lycaena phlaeas, Lampides boeticus y Aricia cramera.

Un precioso paseo, con la alegría añadida del reencuentro con nuestras viejas amigas.