
El bosque de Valorio, propiedad del Ayuntamiento de Zamora, se salvó casi de milagro de ser succionado por ese agujero negro que fueron, para las masas arboladas españolas, las desamortizaciones del XIX. Las gestiones, ruegos y dilaciones de nuestros munícipes de aquella para que la ciudad conservara su bosque dieron sus frutos y ello explica la rara y afortunada anomalía de una pequeña ciudad de la meseta que disfruta de un pequeño pero valioso y ameno enclave forestal justo desde el final de sus últimas calles.

Esta primavera Valorio está siendo el escenario de algunas de las actividades de observación de fauna y flora del programa “Zamora, Aves y Naturaleza” de la Concejalía de Turismo. Gracias a ello, algunos zamoranos y también algunos visitantes (esperamos que pronto sean muchos más) están descubriendo lo que bastantes de ellos ya intuían: que Valorio es algo más que un área recreativa grandota donde se puede merendar, hacer deporte o celebrar un cumpleaños. Que es una verdadera reserva natural a las puertas de la ciudad.

Hace más de un siglo y medio que ya no se dedica a la producción forestal o al aprovechamiento ganadero y que su uso es exclusivamente recreativo (fue una de las condiciones para librarse de la desamortización). Pero, además, hoy que estamos envueltos en una crisis de biodiversidad sin precedentes, hay otro papel de nuestro bosque urbano que debemos resaltar por encima de toda consideración: precisamente la conservación de la diversidad biológica. Toda gestión que se haga de Valorio debería considerar este aspecto de modo primordial.

Los ciudadanos que participaron el sábado pasado en la actividad nº 97 de “Zamora, Aves y Naturaleza” tuvieron la oportunidad de conocer ese Valorio salvaje y diverso. A lo largo del paseo, de algo más de tres horas de duración, vieron y escucharon 27 especies diferentes de aves, desde los ruiseñores y cárabos que han dado fama a Valorio en el mundo de los observadores de aves hasta rapaces como el milano negro, el águila calzada o el buitre leonado que sobrevolaban continuamente el bosque. Pero también contemplaron un fascinante mundo de pequeñas criaturas increíbles: las mariposas y otros insectos. Esto dio pie para resaltar la importancia de mantener claros en el bosque donde se permita el crecimiento de plantas que favorecen la presencia de estos polinizadores, cuya conservación es fundamental. Valorio, al contrario de lo que se afirma en numerosas ocasiones, no sufre una verdadera falta de arbolado.

Podéis haceros una idea de lo que se vio en la ruta del sábado gracias a las estupendas fotos que nos han dejado tres de los participantes en la actividad, a los cuales agradecemos desde aquí su amabilidad: Noelia Borrego, Carmen Carrascal y Luis Domingo Sánchez.















El próximo sábado 12 de junio volveremos a sumergirnos en el Valorio menos conocido. Repetiremos la visita en meses sucesivos con el propósito de que cada vez más personas descubran y comprendan la verdadera magia de nuestro pequeño bosque cercano.
“Zamora, Aves y Naturaleza” es un programa del AYUNTAMIENTO DE ZAMORA desarrollado con la colaboración de Erithacus-Observación de Naturaleza y de Zamora BioDiversa. Para más información e inscripciones, enviar un mensaje de whatsapp al 676046551 (José Alfredo).