Este viernes, 3 de diciembre, en horario de tarde, ANDARRÍOS recorrerá el tramo fluvial del Duero entre el medieval puente de Piedra y el contemporáneo puente de los Poetas. La actividad comenzará a las 16:00 h.
En un ameno y relajado paseo, disfrutaremos de las aves que frecuentan la zuda o presa de las aceñas de Olivares (cormoranes, garzas reales, gaviotas, andarríos, gallinetas, ánades azulones…) y terminaremos con el interesante espectáculo natural de los dormideros comunales que diferentes especies de aves constituyen en esta época del año.
Centenares de grajillas, urracas y lavanderas blancas que acuden cada atardecer a su punto de reunión. No te lo pierdas.
La inscripción es gratuita. Para efectuarla o ampliar información basta con enviar un mensaje de WhatsApp o Telegram o telefonear al 676046551.
ANDARRÍOS es un programa de Educación Ambiental promovido por la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zamora, desarrollado con la colaboración de «Saliegos Birding» y «Zamora BioDiversa».
Cada pocos años viene uno de úbalos. Es decir, un otoño y un invierno en los cuales el lúgano (Spinus spinus) -más conocido en tierras zamoranas como úbalo– resulta mucho más abundante y ubicuo de lo habitual. Este año, a los observadores de aves nos ha tocado el premio: es “año de úbalos”.
En temporadas normales, las poblaciones invernantes de este bonito y simpático pariente del pardillo común (Linaria cannabina) y el jilguero europeo (Carduelis carduelis) aparecen más concentradas en ciertas masas forestales. Especialmente en las riberas de ríos y arroyos donde abunden los alisos (Alnus lusitanica o Alnus glutinosa), cuyos frutos constituyen su alimento invernal favorito.
Estos árboles de la familia de las betuláceas resultan muy comunes en el oeste y el norte de Zamora, donde reciben también otras denominaciones vernáculas, como umeros o umeiros (en leonés) y amieiros (en gallego y portugués). Sus infrutescencias toman un aspecto que recuerda al de pequeñas piñas de cuyo interior extraen los lúganos los minúsculos frutos que tanto les gustan.
En los “años de úbalos”, en cambio, observamos a estos fringílidos en cantidades muy superiores y, además los encontramos en una variedad mucho mayor de medios: bosques de planifolias y de coníferas, riberas y matorrales, campos y jardines. Esto supone también una mayor diversificación en su dieta que puede incluir entonces una gran diversidad de pequeñas semillas: desde las de los abedules (Betula spp) a las de las artemisas (Artemisia spp).
En las primaveras posteriores a estas “invasiones” también resulta más fácil que algunas parejas se queden a criar en pinares y otros bosques de montaña de nuestras sierras. Esas temporadas no resulta raro, incluso, escuchar a algún macho de úbalo entonando su alegre canto nupcial, en pleno mes de mayo, en el mismo bosque de Valorio, aunque no nos consta que hayan llegado a reproducirse aquí.
Tal como habíamos anunciado, el programa ANDARRÍOS visitó el pasado viernes el bosque de Valorio. Un numeroso grupo de personas nos acompañó en un animado recorrido por nuestro pequeño bosque urbano.
Foto M. Ángeles García
Foto Basilio de la Iglesia
Les narramos cómo fue evolucionando Valorio a través de la historia y el origen de las distintas y muy variadas especies de árboles y arbustos que podemos encontrar en este emblemático espacio natural.
Foto Basilio de la Iglesia
También hubo tiempo para conocer su interesante avifauna. Tuvimos la suerte de observar y escuchar a unas cuantas especies típicamente forestales, como el carbonero común, el herrerillo común, el mito, el chochín, el pito ibérico, el pico picapinos y el pico menor.
Foto Basilio de la Iglesia
Esta última especie, característica de bosques planifolios con arbolado maduro, constituyó la observación más destacada del paseo.
Foto Basilio de la Iglesia
El martes día 30 de noviembre volveremos a visitar Valorio, todavía quedan algunas plazas disponibles (AGOTADAS). Además, tenemos programadas sendas actividades de observación e interpretación de fauna y flora en las Riberas del Duero (viernes 3 de diciembre) y el Barrio de Carrascal (miércoles 8 de diciembre). No te las pierdas.
Para más información e inscripciones, enviar un mensaje de whatsapp o telegram al 676046551 o un e-mail a elpicanzo@yahoo.es
ANDARRÍOS es un programa de Educación Ambiental promovido por la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zamora, con la colaboración de «Saliegos Birding» y «Zamora BioDiversa».
El pasado domingo visitamos la reserva “Lagunas de Villafáfila” en compañía de un grupo de entusiastas, interesados en la avifauna de este conocido espacio natural, ubicado en el nordeste de Zamora. Contamos para la actividad con el, sin duda, mejor guía local: Cristian Osorio de “Saliegos Birding”.
Foto: Charo Hernández
La jornada se vio bastante deslucida por la espesa niebla que no nos dio respiro hasta después de la hora de comer. Por otro lado, resultaban muy patentes los terribles efectos de la persistente sequía que mantiene completamente secas las principales masas del complejo lagunar.
A pesar de todo, pudimos disfrutar por la tarde con las majestuosas y vocingleras grullas (Grus grus), el principal objetivo de la jornada. Estuvimos contemplándolas y escuchándolas en uno de sus pastaderos habituales que compartían con algunos grupos de avutardas (Otis tarda), las enormes y magníficas aves esteparias que han otorgado fama mundial a Villafáfila.
Previamente, habíamos visitado la Casa del Parque, el estupendo centro de interpretación de la reserva, donde pudimos observar algunas de las aves acuáticas más características de Villafáfila: ánsar común (Anser anser), ánade azulón (Anas platyrhynchos), ánade friso (Mareca strepera), cuchara común (Spatula clypeata), focha común (Fulica atra), zampullín común (Tachybaptus ruficollis), agachadiza común (Gallinago gallinago) y chorlitejo grande (Charadrius hiaticula), entre otras especies.
Zampullín común (Tachybaptus ruficollis). Foto: Adolfo García-Gutiérrez.
Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula). Foto: Adolfo García-Gutiérrez.
También disfrutamos con inquietos paseriformes invernantes como el petirrojo (Erithacus rubecula) y la lavandera blanca (Motacilla alba). Además de las rapaces más comunes en estas fechas en Tierra de Campos: milano real (Milvus milvus), busardo ratonero (Buteo buteo), aguilucho lagunero (Circus aeruginosus), aguilucho pálido (Circus cyaneus) y cernícalo vulgar (Falco tinnunculus).
Otro de los puntos de interés en esta visita fue un acúmulo de egagrópilas o regurgitaciones de lechuza común (Tyto alba) en cuyo interior descubrimos con facilidad los cráneos de dos de sus presas más habituales en esta localidad: el topillo campesino (Microtus arvalis) y la musaraña gris (Crocidura russula).
Cráneo de topillo campesino (Microtus arvalis).
Muchas gracias a todos los participantes por su amable asistencia y especialmente a Adolfo García-Gutiérrez y Charo Hernández por enviarnos sus fotografías de la excursión. Por supuesto, repetiremos la visita.
La semana pasada presentamos a los medios de comunicación locales el nuevo programa de Educación Ambiental de la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zamora, una serie de actividades gratuitas orientadas a toda la ciudadanía en general, de cualquier grupo de edad, formación o intereses. Compartí la presentación con Romualdo Fernández, concejal responsable del área, y Cristian Osorio, de «Saliegos Birding».
Para denominar a este programa hemos elegido un ave limícola muy característica de las riberas del Duero: el andarríos chico (Actitis hypoleucos). Esta denominación pretende poner de relieve la gran importancia del ecosistema ribereño del municipio y, de hecho, está previsto que una gran parte de sus actividades recorran las orillas de nuestro gran cauce fluvial, igual que suelen hacerlo las aves andarríos.
Las actividades de este programa se realizan en el medio natural y consisten principalmente en recorridos de tres a cinco horas de duración por diversos espacios del Municipio de Zamora para conocer, de forma lúdica pero documentada los componentes principales y más destacados de la fauna y la flora de la ciudad de Zamora y su entorno.
Desde su comienzo han tenido lugar ya seis actividades de este programa y están programadas otras diez más que se llevarán a cabo de aquí a final de año. Hasta ahora han participado cerca de un centenar y medio de personas en las actividades de ANDARRÍOS.
La humanidad se enfrenta al mayor reto de su historia: actuar frente a la emergencia ecológica con contundencia. Esta amenaza, cuyas consecuencias más visibles son las crisis climática y de pérdida de biodiversidad, está atacando gravemente la vida de este planeta, incluyendo la del ser humano. La sociedad debe replantearse el impacto físico de su modelo de producción, expansión y gestión del territorio si quiere reconducir su rumbo.
Las ciudades, contra lo que podría pensarse, son una reserva de diversidad biológica, y han llegado a convertirse en un refugio para algunas especies de flora y fauna amenazadas. Determinados insectos, aves y mamíferos, cuentan con poblaciones más abundantes en áreas urbanas que en entornos rurales, debido a que han sido desplazados de éstos por la degradación de los ecosistemas, las prácticas agrícolas industrializadas, el uso de fitosanitarios o la competición por recursos escasos.
El municipio de Zamora contiene hábitats naturales representativos y muy importantes para la conservaciónde la diversidad biológica, comprendidos aquellos en los que sobreviven especies amenazadas que tienen un valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia y de la conservación.
Como ejemplo, se ha citado la presencia en este municipio de cerca de 300 especies de vertebrados, entre ellos 19 taxones incluidos en la Lista Roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y 13 especies incluidas en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas (CNEA) del Ministerio para la Transición Ecológica.
Por otro lado, en su origen, y a lo largo de gran parte de su historia, las ciudades han estado integradas en la naturaleza. La vida en ellas ha sido posible porque seguían unas reglas básicas que permitían la conservación y reproducción de los recursos que sustentaban la buena salud de los ecosistemas, y por tanto de la misma existencia humana. Pero el desarrollismo económico y el crecimiento demográfico provocaron la ruptura de esta relación, destruyendo profundos vínculos entre sociedad y naturaleza, y generando desequilibrios en los sistemas socioecológicos.
Por este motivo se necesita -y es una demanda cada mayor en nuestra sociedad- una recuperación del contacto con la naturaleza y de unos conocimientos básicos, como tenían las generaciones anteriores, en relación a los demás seres vivos con los que compartimos nuestro entorno más inmediato. Este contacto y este conocimiento resultan básicos para desarrollar una conciencia sólida sobre nuestra necesidad de abordar la emergencia ecológica y, particularmente, la crisis de pérdida de biodiversidad. El programa ANDARRÍOS supone una apuesta clara y muy valiosa del Ayuntamiento de Zamora por ofrecer dichos recursos a la ciudadanía.
Las próximas actividades con plazas disponibles son las siguientes:
Martes 30 de noviembre, en horario de tarde. Actividad de observación e interpretación de la flora y la fauna del Bosque de Valorio.
Viernes 3 de diciembre, en horario de tarde. Actividad de observación e interpretación de la fauna y la flora de las Riberas del Duero.
Miércoles 8 de diciembre (festivo), en horario de mañana. Actividad de observación e interpretación de la fauna y la flora del Barrio de Carrascal.
Para más información e inscripciones enviar un mensaje de WhatsApp o telefonear al 676046551 o bien enviar un e-mail a elpicanzoyahoo.es. ANDARRÍOS es un programa de la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zamora desarrollado con la colaboración de «Saliegos Birding» y «Zamora BioDiversa».
La matamoscas, falsa oronja u oronja pintada (Amanita muscaria) resulta una de las setas más conocidas y populares, hasta el punto de tratarse, seguramente, del hongo más a menudo representado en todo tipo de ilustración. Si pedimos a cualquier persona que nos pinte una seta, probablemente nos devolverá una representación más o menos afortunada de una de estas “casas de enanitos”, del mismo que si le solicitamos la imagen de una vaca vamos a obtener, en un porcentaje muy elevado, la combinación de manchas blancas y negras característica de la raza lechera frisona.
Al parecer la popularidad de la Amanita muscaria no es reciente sino que podría remontarse a nuestra prehistoria más remota. De acuerdo con los análisis filogenéticos realizados, se cree que esta especie procede de Siberia y del oeste de Alaska. Sin embargo, hoy en día podemos encontrarla no solo por toda Eurasia y América sino también en África, Australia y Nueva Zelanda. Una expansión en la que nuestra especie, claramente, jugó un papel fundamental, no desde luego porque la considerase una delicia culinaria. Lo que fascinó a los humanos fueron sus ingredientes psicoactivos: el muscimol y el ácido iboténico, ambos solubles en agua.
Los pueblos nativos siberianos no conocían otros intoxicantes hasta que los rusos introdujeron el alcohol. Secaban los hongos al sol y se los comían. Podían comérselos ya fuera solos o en un extracto con agua, con leche de reno o con el jugo de varias plantas dulces. Si se iba a comer solo, se humedecía primero en la boca o bien la mujer lo ensalivaba hasta formar una bolita que el hombre consumía. El uso ceremonial de la falsa oronja dio origen, posiblemente, a la práctica ritual de beber orina, pues estas gentes sabían que los principios psicoactivos de los hongos son filtrados por el riñón en forma de metabolitos aún activos, algo inusual en relación a los compuestos alucinógenos de las plantas. Los koryaks derramaban agua sobre algunos hongos y los hervían. Luego bebían este licor y se intoxicaban: los más pobres se apostaban alrededor de las tiendas de los ricos buscando la oportunidad de recoger la orina de los invitados que salían a orinar.
Las religiones y cultos de multitud de culturas tuvieron en gran medida su origen en los estados alterados de conciencia alcanzados mediante la intoxicación obtenida por diferentes medios. Una reminiscencia de estas prácticas se observa en la eucaristía cristiana, donde el sacerdote -y a veces también los fieles- beben vino tras un período más o menos prolongado de ayuno. Sin duda, la Amanitamuscaria ha tenido un papel mucho más importante de lo que pudiéramos sospechar en el desarrollo y conformación de las culturas humanas.
Anades azulones (Anas platyrhynchos) en el crepúsculo. Foto José Antonio Parro.
El pasado viernes tuvo lugar la sexta actividad del programa ANDARRÍOS de la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zamora. Los magníficos espectáculos de las variadas aves y de la vegetación palustre y el arbolado de ribera engalanados con sus contrastados tonos otoñales, unidos a los increíbles cielos zamoranos, impregnaron de verdadera magia natural el breve pero fructífero paseo vespertino. Aquí os dejo una pequeña crónica fotográfica.
Cormorán grande (Phalacrocorax carbo). Foto José Manuel Robles.
Garceta grande (Ardea alba). Foto José Manuel Robles.
Cigüeña blanca (Ciconia ciconia). Foto José Manuel Robles.
Ánades azulones (Anas platyrhynchos). Foto José Manuel Robles.
Garza real (Ardea cinerea). Confianza total. Foto «Saliegos Birding».
Andarríos chico (Actitis hypoleucos) y pareja de ánades azulones (Anas platyrhynchos). Foto «Saliegos Birding».
Viernes 19 de noviembre. Horario de tarde. Actividad de observación e interpretación de la fauna y la flora del Bosque de Valorio. (PLAZAS AGOTADAS).
Domingo 28 de noviembre. Horario de mañana. Actividad de observación e interpretación de la fauna y la flora del Barrio de Carrascal.
Martes, 30 de noviembre. Horario de tarde. Actividad de observación e interpretación de la fauna y la flora del Bosque de Valorio.
Para más información e inscripciones enviar un mensaje de WhatsApp o Telegram al 676046551.
ANDARRÍOS es un programa de Educación Ambiental en la naturaleza y para todos los públicos, promovido por la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zamora con la colaboración de «Saliegos Birding» y «Zamora BioDiversa».
Milano real (Milvus milvus) en Carrascal (Zamora), 01.11.2021. Foto «Saliegos Birding».
Una nueva actividad del programa ANDARRÍOS de la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zamora tuvo lugar el pasado lunes, 1 de noviembre. Los numerosos participantes tuvieron la oportunidad de conocer el variado medio natural del municipio de Zamora y en concreto los sorprendentes paisajes, fauna y flora del barrio de Carrascal.
Foto Charo Hernández
Foto María Ángeles García
En lo relativo a la fauna, las aves y especialmente las rapaces, depararon extraordinarias observaciones. Algo nada habitual de conseguir, incluso en afamados espacios protegidos españoles, como es la observación casi simultánea de nuestras tres grandes águilas (real, imperial y perdicera) fue un objetivo alcanzado en nuestro paseo matinal por el entorno de Carrascal. Otras dos magnificas y amenazadas rapaces, el milano real y el buitre negro, nos acompañaron prácticamente a lo largo de todo el recorrido.
Águila imperial ibérica (Aquila adalberti), arriba, y águila real (Aquila chrysaetos), abajo. Carrascal (Zamora), 01.11.2021. Foto «Saliegos Birding».
Buitres negros (Aegypius monachus) en Carrascal (Zamora, 01.11..2021. El ejemplar de la derecha muestra marcas alares. Foto «Saliegos Birding»,
Milano real (Milvus milvus) en Carrascal (Zamora), 01.11.2021. Foto Luis Domingo Sánchez.
Cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo) en Carrascal (Zamora), 01.11.2021. Foto «Saliegos Birding».
Aunque ya algo fresco, el tiempo soleado nos permitió también la observación de algunos lepidópteros otoñales, como Pieris rapae, Colias crocea, Vanessa atalanta o Polyommatus icarus. Pronto su presencia se tornará francamente rara.
Mariposa blanquita de la col (Pieris rapae). Foto «Zamora BioDiversa».
Una buena parte del tiempo de la actividad se dedicó a conocer algunas de las especies vegetales más características de la campiña y riberas zamoranas.
Comprobando la suave textura de las agallas del escaramujo o agavanzo (Rosa spp). Foto «Saliegos Birding».
Frutos del agavanzo, escaramujo o rosal silvestre (Rosa spp), también conocidos como tapaculos o corales. Foto Charo Hernández.
El torvisco (Daphne gnidium), una especie muy frecuente en nuestros bosques y matorrales mediterráneos, con interesantes usos tradicionales. Foto Miguel Ángel Segovia.
La encina o carrasca (Quercus ilex), el árbol más característico del entorno de Carrascal, hasta el punto de dar nombre a este barrio de Zamora. Foto Miguel Ángel Segovia.
Y, desde luego, en todo momento disfrutamos de los bellos y agrestes paisajes de este cada vez menos desconocido rincón de Zamora.
Foto Miguel Ángel Segovia
Foto Charo Hernández
Foto Miguel Ángel Segovia
Foto Charo Hernández
Foto Charo Hernández
Foto Miguel Ángel Segovia
Aquí tenéis las próximas actividades del programa ANDARRÍOS:
Actividad de observación e interpretación de la fauna y la flora de las riberas del Duero. Viernes 5 de noviembre, en horario de tarde.
Actividad de observación e interpretación de la fauna y la flora del bosque de Valorio. Viernes 19 de noviembre, en horario de tarde.
Actividad de observación e interpretación de la fauna y la flora del barrio de Carrascal. Domingo 28 de noviembre, en horario de mañana.
Para más información e inscripciones enviar un mensaje de WhatsApp o Telegram o telefonear al 676046551.
ANDARRÍOS es un programa de Educación Ambiental para todos los públicos promovido por la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zamora y desarrollado con la colaboración de «Saliegos Birding» y «Zamora Biodiversa».
Este pequeño ciprínido, más conocido como sarda en tierras zamoranas, endémico de la mitad septentrional de la Península Ibérica, aparece recogido en la Lista Roja de la IUCN en la categoría de “Vulnerable”. Esto supone que, en teoría, su conservación debería de ser tan prioritaria como la del águila imperial ibérica y mayor que la del oso pardo o el lobo. Antaño abundantísima y casi omnipresente, resulta cada vez más rara en nuestras masas acuáticas, principalmente por la implacable depredación y desigual competencia que sufre por parte de una multitud de especies alóctonas que están siendo irresponsablemente introducidas en su hábitat. Su caso, actualmente, no es único entre nuestros peces autóctonos sino que desgraciadamente constituye la norma: la boga del Duero (Pseudochondrostoma duriense), el bordallo o escallo (Squalius carolitertii), la lamprehuela (Cobitis calderoni), la colmilleja (Cobitis paludica) y el calandino (Squalius alburnoides) se hallan en una situación igualmente preocupante y podrían terminar siendo nada más un recuerdo. Un irrecuperable caudal biológico, acumulado a lo largo de millones de años de evolución, tirado por la borda por la actitud caprichosa y egoísta de una minoría.