
El pasado domingo llevamos a cabo la decimotercera actividad del programa ANDARRÍOS, de nuevo visitando el entorno de Carrascal de Duero. La mañana invernal, soleada y algo fría pero sin viento, resultó ideal para disfrutar con la ruta que nos condujo a los parajes de las Pajarrancas, el Soto de las Pallas, el Castro y la Cresta del Gallo.

Tras reunirnos en el punto de encuentro, junto a la iglesia parroquial de la Asunción, entramos en contacto con el entorno carrascalino visitando el mirador de la Gurrieta, desde el que se obtiene una vista muy agradable y completa del tramo del río Duero que discurre entre Zamora y Carrascal .

Sin salir de las mismas calles de Carrascal ya comenzamos a observar diversas especies de aves, sobre todo de las típicas de los entornos urbanos, como la cigüeña blanca, la tórtola turca, el estornino negro o el colirrojo tizón. Pero también nos sobrevolaron otras especies más ligadas a los medios acuáticos, como el ánade azulón y las gaviotas reidora y sombría.

En los baldíos ubicados en las afueras del pueblo nos topamos con un espectáculo muy interesante además de bonito: un típico bando mixto de fringílidos y gorriones alimentándose de semillas de diversas plantas silvestres, como cardos y artemisas. Verderones, pardillos, jilgueros, verdecillos, pinzones y gorriones comunes y morunos nos tuvieron entretenidos durante un rato muy agradable.






En la bajada hacia la ribera pudimos disfrutar, además, con la presencia de dos aves incluidas en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN: el milano real y el alcaudón real. Un verdadero lujo.



Alcanzada la ribera, hicieron su aparición diversas especies características del medio fluvial, como la garza real, el cormorán grande, el zampullín chico o el aguilucho lagunero.




Mayor variedad aún detectamos en el entorno forestal formado por las salcedas y alamedas ribereñas aunque aquí fueron más las especies identificadas de oído que las vistas. Petirrojos, mirlos, zorzales comunes y alirrojos, herrerillos, trepadores, picogordos o pitos reales fueron algunas de las especies contactadas.


Poco a poco, fuimos cogiendo altura, atravesando los carrascales abiertos, pastizales y matorrales bajos que cubren las laderas del teso del Castro. Otras aves llamaron ahora nuestra atención, como las cogujadas montesinas, los bisbisas pratenses, los cuervos grandes y los cernícalos vulgares.



En la Cresta del Gallo, como es habitual en nuestras visitas, paramos un rato para reponer fuerzas y disfrutar de las magníficas panorámicas. También para esperar el paso de las grandes rapaces planeadoras como los buitres negros y leonados.

Las observaciones de grandes rapaces fueron menos cercanas que en otras ocasiones pero esta circunstancia se vio compensada por la fugaz pero impactante aparición de ni más ni menos que tres individuos diferentes de águila imperial ibérica. Primero, un juvenil de primer año y a continuación una pareja formada por un subadulto de quinto año y un «damero» de tercero. Una gran alegría y un excelente presagio de que no tardando vamos a tener a esta emblemática rapaz anidando en este entorno privilegiado.


La demanda para participar en el programa ANDARRÍOS crece sin parar y lo cierto es que ya no quedan plazas disponibles para las actividades programadas para los días 22, 28 y 29. Esperamos retomar nuestra labor en el año entrante. En cuanto tengamos información relativa a la continuidad de las actividades la haremos pública en este blog.
ANDARRÍOS es un programa de educación ambiental para todas las edades promovido por la Concejalía de Hábitat Sostenible del Ayuntamiento de Zamora, con la colaboración de «Saliegos Birding» y «Zamora BioDiversa». Para más información e inscripciones mandar un mensaje de WhatsApp o Telegram o telefonear al 676046551 (José Alfredo) o escribir un e-mail a elpicanzo@yahoo.es.
