La lagartija colilarga en Zamora

Villaseco del Pan (Zamora), 25 de abril de 2017.

Sin duda, uno de los rasgos morfológicos más llamativos de los lacértidos (lagartos y lagartijas) lo constituye la gran longitud relativa que presentan sus colas, en todos los casos superior a la de la suma de la cabeza más el cuerpo. El caso más extremo lo encontramos en una especie muy común en nuestro entorno: la denominada -con toda justicia- lagartija colilarga (Psammodromus algirus). En su caso, la suma de cabeza y cuerpo no sobrepasa los 9 cm mientras que el apéndice caudal (entre dos y tres veces más largo) puede alcanzar los 23 cm.

Exclusiva del extremo occidental del Mediterráneo, se distribuye por casi toda la península ibérica, una pequeña área del sureste de Francia y parte del Magreb (Marruecos, Argelia y Túnez). Se trata de una lagartija “de suelo” (no ligada a roquedos o edificaciones), resultando la más abundante y característica de los bosques mediterráneos ibéricos: encinares, alcornocales, robledales, pinares…Preferentemente con espeso sotobosque de arbustos y matorrales como la jara.

Torregamones (Zamora), 19 de mayo de 2021.

El característico y llamativo ruido que produce cuando huye velozmente entre la hojarasca seca del suelo de un jaral, supone a menudo la primera evidencia que delata su presencia. También aparece en bosques de ribera que no sean demasiado húmedos y umbríos, como alamedas y fresnedas, y en campiñas agrícolas con cultivos leñosos y restos dispersos de la vegetación mediterránea autóctona.

Distribución de la lagartija colilarga (Psammodromus algirus) en el Atlas de los Anfibios y Reptiles de Zamora (NaturZamora-AZCN).

En la provincia de Zamora se trata de una especie ampliamente distribuida que podemos encontrar, en mayor o menor medida, en todas nuestras comarcas. Sin embargo, resulta muy escasa y local en Sanabria, donde la influencia atlántica se manifiesta de modo más marcado y su nicho en los bosques y matorrales es ocupado, principalmente, por otra interesante especie: la lagartija de Bocage (Podarcis bocagei), endémica del noroeste ibérico.

Montamarta (Zamora), 9 de junio de 2014.

También resulta escasa y localizada en las inmensas extensiones de cultivo cerealista de la comarca de Campos, parte oriental de Tierra del Pan y norte de Toro, donde apenas halla hábitat propicio para su supervivencia. Por el contrario, la máxima abundancia se detecta en las comarcas de ambiente más mediterráneo y mayor superficie de bosques y matorrales, especialmente en las de Sayago, Tierra de Alba, Aliste, Tábara y Los Valles.

Fermoselle (Zamora), 17 de marzo de 2019.

Vivir peligrosamente: la culebra de escalera

Tierra del Vino (Zamora). Mayo de 2022.

A mediados del mes de mayo los machos de culebra de escalera (Zamenis scalaris) comienzan su período de celo y con él un incremento muy sustancial de su actividad y desplazamientos. Para muchos de ellos las consecuencias resultan fatales: más fáciles de detectar en lugares de tránsito y proximidad de edificaciones, se tornan muy vulnerables frente a la violencia que demasiadas personas siguen descargando contra estos reptiles, cegadas por un miedo y un odio atávicos, sin justificación objetiva. Es el tiempo del penoso espectáculo de las culebras y lagartos descoyuntados a mandobles en los caminos agrícolas y paseos periurbanos.

Tierra de Toro (Zamora). Mayo de 2022.

También es ahora cuando comienzan a aparecer muertas o agonizantes en pistas y carreteras, víctimas del tráfico rodado: la culebra de escalera es el ofidio ibérico que presenta una mayor mortalidad por esta causa. De hábitos en buena medida nocturnos, sobre todo en verano, es frecuente que acuda al asfalto caliente para termorregularse, con el consiguiente riesgo de  morir atropellada.

Valle Vidriales (Zamora). Junio de 2018.

Esta querencia por la nocturnidad viene motivada en gran medida por sus preferencias tróficas: los ratones, topillos y ratas que constituyen la parte principal de su dieta se muestran mucho más activos durante ese horario. Por cierto, que la escalera no sólo se alimenta de pequeños roedores sino que muy a menudo también utiliza sus madrigueras como refugio.

Topillo campesino (Microtus arvalis): una de las presas habituales de la culebra de escalera en Zamora.

Su hábitat preferido son las zonas de bosque y matorral mediterráneo, los sotos de las riberas y las campiñas con mosaico de medios diversos. Se trata de un endemismo ibero-occitano: ocupa la mayor parte de la península ibérica (evitando la región Eurosiberiana), el sudeste de Francia y una pequeña área del noroeste de Italia. La culebra de escalera es uno de los reptiles ibéricos con registro fósil más antiguo y continuo: habita este extremo occidental de Eurasia desde hace más de dos millones de años.

Las culebras de escalera son grandes nadadoras que no dudan en atravesar masas de agua extensas. Río Duero en el municipio de Zamora. Junio de 2014.

En Zamora se encuentra ampliamente distribuida aunque -coincidiendo con lo indicado para su área general- resulta muy rara y local en las áreas de ambiente menos mediterráneo, sobre todo en Sanabria, y en aquéllas intensamente deforestadas como es el caso de Tierra de Campos. Es la  tercera especie de serpiente más extendida en la provincia, tras las culebras viperina (Natrix maura) y bastarda (Malpolon monspessulanus), y la más frecuente en los bosques de ribera y las áreas forestales de carácter mediterráneo de la mayor parte de sus comarcas.

Distribución de la culebra de escalera en el Atlas de los Anfibios y Reptiles de Zamora (NaturZamora-AZCN).

La ofidiofobia (miedo y odio a las serpientes)  podría tener su base en una adaptación evolutiva del cerebro de los mamíferos pero no cabe duda de que también tiene un componente muy importante de refuerzo cultural, que se manifiesta en forma de prejuicio irracional. Dar muerte intencionadamente a una especie (protegida, por cierto) que no supone ningún peligro para las personas ni para los animales domésticos y que, sin embargo, constituye un implacable depredador de pequeños roedores, no parece un comportamiento muy inteligente.

Sayago (Zamora. Junio de 2016.

El topillo campesino y sus depredadores

Topillo campesino (Microtus arvalis). Bosque de Valorio (Zamora), julio de 2021.

El topillo campesino (Microtus arvalis) vive en la Península Ibérica, Europa central y Asia hasta el centro de Siberia. En España lo podemos encontrar principalmente en Pirineos, Cordillera Cantábrica, Sistema Central y Sistema Ibérico pero desde hace medio siglo comenzó a expandirse por la submeseta septentrional. Partiendo de las sierras que rodean la Cuenca del Duero y penetrando a través de las vegas fluviales, llegó a ocupar las tierras llanas de Castilla y León casi por completo en el transcurso de unos 20 años. Los cambios en el uso y estructura del medio agrícola, tales como la expansión de los regadíos o la simplificación del medio producto de las concentraciones parcelarias (que provocó la disminución de sus depredadores), parecen haber espoleado su expansión. Hay que recalcar que esta expansión fue un fenómeno natural, no inducido y que, desde luego, las historias sobre sueltas o introducciones de este roedor en el medio natural forman parte más bien de la imaginación y el folclore populares.

Pollos de cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) en la reserva natural «Lagunas de Villafáfila» (Zamora), julio de 2019. El exitoso programa de instalación de nidales en este espacio natural protegido es fruto de la colaboración entre la organización GREFA (Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat) y la Junta de Castilla y León.


Tal como ocurre en la mayor parte de su área de distribución, cada pocos años las poblaciones ibéricas de topillo campesino experimentan explosiones demográficas en las que las máximas abundancias se alcanzan en verano-otoño (agosto-octubre), con una subsiguiente disminución pronunciada durante el invierno. Algunas de las medidas que se adoptan para disminuir su impacto en los cultivos suponen un grave peligro para muchas otras especies con las que comparte hábitat, especialmente el uso indiscriminado de rodenticidas anticoagulantes. Por ello, y por su mayor eficacia, resulta mucho más recomendable el control biológico, favoreciendo a sus depredadores naturales, por ejemplo mamíferos carnívoros como la comadreja (Mustela nivalis) y el zorro (Vulpes vulpes) y aves rapaces como el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), la lechuza común (Tyto alba) y el mochuelo europeo (Athene noctua). Estas últimas responden muy bien a la colocación de nidales artificiales específicos que favorecen su presencia en muchas áreas agrícolas carentes de sustratos apropiados para su nidificación, como arbolado, edificaciones o roquedos.

Búho campestre (Asio flammeus). Cerecinos de Campos (Zamora), enero de 2020.


Lo cierto es que este pariente de los conocidos hamster cuenta con infinidad de depredadores. En el verdadero ejército de vertebrados que se ceban con él, encontramos desde oportunistas que sólo lo capturan de forma ocasional hasta verdaderos especialistas. Entre estos últimos destacan el elanio común (Elanus caeruleus) y el búho campestre (Asio flammeus), aves que expandieron su área de nidificación en las últimas décadas, colonizando las tierras zamoranas a la par que el propio topillo campesino.  Otras rapaces frecuentes en nuestra provincia y cuya dieta se basa en gran medida en este roedor cricétido son el aguilucho pálido (Circus cyaneus) y el búho chico (Asio otus). Incluso una pequeña ave paseriforme como es el alcaudón real (Lanius meridionalis) los tiene como presas habituales. Y entre los ofidios, la gran cazadora de topillos y otros pequeños roedores es, sin duda, la culebra de escalera (Zamenis scalaris), también ampliamente distribuida en las comarcas zamoranas.

Culebra de escalera (Zamenis scalaris). Zamora, junio de 2016.

La culebra de collar: una actriz consagrada

No existen muchas especies animales que hayan desarrollado un plantel de comportamientos antidepredatorios incruentos comparable al de la culebra de collar mediterránea (Natrix astreptophora). Para empezar, el contrastado collar que lucen los juveniles de este colúbrido podría ser una simulación de ciertos insectos de sabor desagradable o simplemente venenosos. Por su parte, los adultos acorralados adoptan una posición en espiral, deprimen la cabeza para que adquiera forma triangular, bufan y lanzan ataques sobre su acosador (pero con la boca cerrada), tratando en todo momento de hacerle creer que se las ve con una víbora. Si el despliegue intimidatorio no da resultado, estas consumadas actrices cambian de registro: se hacen las muertas mostrando la boca abierta y con la lengua colgando. Y si no resulta suficientemente convincente, entonces se ponen panza arriba y se abandonan mostrando una total falta de tono muscular. Pueden seguir con la pantomima durante varios minutos y salir a escape al más mínimo descuido de su atacante.

Pero todavía más sorprendente resulta el descubrimiento de que las culebras de collar de algunas localidades del sur de Francia adoptan en las situaciones de peligro la posición característica de las cobras: su cuerpo adquiere una forma de «S», y atacan al enemigo con repetidos movimientos hacia adelante de la parte anterior del cuerpo, con la boca cerrada; la cabeza se mantiene casi perpendicular al eje del cuerpo, el cual puede oscilar lateralmente. Se cree que este mimetismo  habría evolucionado cuando las culebras de collar coincidían en su área de distribución con las cobras, a finales del Mioceno, hace más de 8 millones de años. Este singular comportamiento fósil se habría mantenido por la ventaja que les puede aportar a las culebras de collar frente a aves depredadoras que invernan en el África subsahariana, donde actualmente siguen siendo habituales las cobras y por tanto son conocedoras de su peligrosidad.

La culebra de collar mediterránea vive exclusivamente en la península ibérica, las montañas del norte del Magreb y una pequeña área del sureste de Francia. Ocupa diversos hábitat forestales, generalmente en claros y bordes, medios de matorral denso y praderas, normalmente con elevado grado de humedad, y especialmente en bosques ribereños o de galería. En estos medios suelen abundar sus presas que son, sobre todo, anfibios, particularmente los anuros (sapos y ranas).

Distribución de la culebra de collar mediterránea (Natrix astreptophora) en el Atlas de los Anfibios y Reptiles de Zamora (NaturZamora-Asociación Zamorana de Ciencias Naturales).

Se encuentra distribuida por todas las comarcas zamoranas pero sólo resulta relativamente común en las más noroccidentales, de mayor influencia atlántica, como Sanabria y La Carballeda. También se distribuye extensamente por otras comarcas del oeste provincial, como Aliste y Sayago pero según avanzamos hacia el este se va volviendo más rara y localizada. Así, mientras que en Sanabria es uno de los ofidios más frecuentes (en muchas localidades el más abundante) en comarcas como Tierra de Campos o Tierra del Pan resulta, por el contrario, uno de los más escasos.

Entre los factores que amenazan a esta especie podemos destacar la injustificada persecución que sigue sufriendo -fruto de prejuicios culturales que poco a poco se van desvaneciendo, por fortuna-, los atropellos en carreteras y caminos, de los que resulta víctima frecuente, y la creciente aridez causada por el cambio climático acelerado de origen antrópico.

Las fotos de esta entrada fueron obtenidas en Tábara (Zamora) en junio de 2018.

El lagarto verdinegro: belleza amenazada

Macho en celo. Anta de Rioconejos (Zamora). 17.05.21.

A pesar del prejuicio secular, todavía arraigado aunque cada vez menos, no cabe duda de que todos nuestros lacértidos (lagartos y lagartijas) son seres de un atractivo difícil de igualar. Y aunque escoger una entre las nueve especies de esta familia de escamosos que habitan en la provincia de Zamora no resulta nada sencillo, yo me quedo con el lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi).

La explosión de contrastes cromáticos de los machos en la época de celo, su confianza en la estrategia de la inmovilidad por la que te permite aproximarte hasta límite sorprendentes o la sugerente belleza de los umbríos lugares donde suele habitar, resultan argumentos más que convincentes para otorgarle mi voto.

Se trata de un lagarto robusto de tamaño medio aunque bastante menor que el más conocido y extendido lagarto ocelado. Los machos adultos tienen el dorso verde finamente punteado de negro y durante el celo adquieren una coloración azul muy intensa en la cabeza. El dorso de las hembras adultas puede ser verde o pardo y suelen tener manchas negras grandes con ocelos blancos en los costados. Los juveniles, por su parte, se caracterizan por su diseño de tonos muy oscuros con manchas amarillas contrastando en los costados.

Hembra. Rosinos de la Requejada (Zamora). 16.06.19.

Juvenil. Otero de Centeno (Zamora). 12.08.14.

Suele habitar en bosques húmedos caducifolios o bien en pinares, matorrales y praderas de montaña, especialmente a orillas de ríos o arroyos. Es frecuente también en muros de piedra junto a prados de siega.

Hábitat del lagarto verdinegro en la vega del río Negro (Zamora)

Endémico de la Península Ibérica, se distribuye por el noroeste de la misma, el Sistema Central y algunas sierras del cuadrante suroccidental ibérico. En Zamora se encuentra ampliamente extendido por el noroeste, teniendo como límite meridional la Sierra de la Culebra. Existen poblaciones aisladas en puntos localizados de Sayago, al suroeste de la provincia, y del valle del Eria, al nordeste, que seguramente constituyen reliquias de una antigua distribución mucho más amplia por el norte y oeste zamoranos.

Distribución del lagarto verdinegro en el Atlas de los Anfibios y Reptiles de Zamora (AZCN-NaturZamora).

El lagarto verdinegro está considerado una especie “casi amenazada” según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Entre las principales causas de su regresión se han citado la destrucción de riberas, la contaminación del agua, la alteración de cursos de arroyos y riberas de ríos, la extracción de agua en cursos iniciales de arroyos de montaña, la tala de sotos fluviales, la destrucción de setos, los incendios, las plantaciones de coníferas y eucalipto y la creación de embalses. Además, el cambio climático puede afectarle gravemente, provocando un severo declive y reducción de su área de distribución.

Paseo por las riberas primaverales

Esta tarde tocaba de nuevo recorrido por las riberas del Duero. Había que tomar el pulso a su variada comunidad de aves -en pleno apogeo primaveral- para preparar las dos actividades de “Zamora, Aves y Naturaleza” programadas para esta semana: el viernes por la tarde y el domingo por la mañana.

Como ya sabéis, el tramo fluvial que atraviesa nuestra ciudad es un verdadero paraíso para las aves gracias a la buena conservación de sus islas y riberas.

Las condiciones para la observación son muy buenas y además esta actividad se ve acompañada por la belleza paisajística que nace de la combinación de este estupendo medio natural con los interesantísimos elementos arquitectónicos que jalonan el paseo.

«Homenaje a los poetas zamoranos». Escultura de José Luis Coomonte recientemente erigida junto al puente de los Poetas.

Aceñas de Cabañales

El paseo de hoy discurrió por ambas márgenes del Duero: un total de casi seis kilómetros con una duración de algo más de tres horas. El censo y la lista de aves detectadas a lo largo del recorrido nos permiten hacernos idea de la abundancia y variedad presentes: 691 ejemplares de 55 especies diferentes. Los pongo al final del post por si queréis consultarlos.

No sólo hubo aves. Un buen número de tortugas de agua dulce se soleaban en las orillas. La mayoría pertenecían a dos especies: el autóctono galápago leproso (Mauremys leprosa) y el alóctono galápago de Florida (Trachemys scripta). Pero la mejor observación del día fue este solitario ejemplar del autóctono y muy amenazado galápago europeo (Emys orbicularis), una de las joyas más valiosas de nuestro medio fluvial.
La colonia de ardeidas que alberga una de las islas fluviales constituye, sin duda, el principal punto de atracción durante la temporada de cría. Casi todos los nidos de garza real (Ardea cinerea) contienen ya pollos de diferentes edades, mientras que los martinetes comunes (Nycticorax nycticorax) se hallan, por lo general, inmersos en la incubación.
Muchos pollos de garza real son ya lo suficientemente grandes para que sus padres los puedan dejar solos en el nido y, de ese modo, dedicar más tiempo a la captura de las presas que sus hijos demandan incesantemente.
También las abundantes cigüeñas blancas (Ciconia ciconia) se entregan con gran dedicación a la labor de empollar sus puestas.
En estos días se comienzan a ver las primeras polladas de ánade azulón (Anas platyrhynchos).
En cambio, los diminutos pájaros moscones (Remiz pendulinus) se encuentran todavía dedicados a la construcción de sus nidos, verdaderas obras maestras.
Esta hembra de avetorillo común (Ixobrychus minutus), el duende los carrizales, nos muestra su consumada técnica de pesca con arpón que ejecuta gracias a la sorprendente longitud de su cuello.
Pero la elegancia y la belleza alcanzan su grado máximo en esta otra ardeida (una familia por la que siento verdadera debilidad): la garceta común (Egretta garzetta).

Aquí tenéis la lista completa de las aves observadas u oídas, con el número de ejemplares detectados de cada una:

Ánade azulón (Anas platyrhynchos) 47

Somormujo lavanco (Podiceps cristatus) 1

Paloma bravía (doméstica) (Columba livia) 57

Paloma torcaz (Columba palumbus) 31

Tórtola turca (Streptopelia decaocto) 12

Vencejo común (Apus apus) 2

Gallineta común (Gallinula chloropus) 8

Andarríos chico (Actitis hypoleucos) 9

Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus) 17

Cigüeña blanca (Ciconia ciconia) 46

Cormorán grande (Phalacrocorax carbo) 19

Avetorillo común (Ixobrychus minutus) 1

Garza real (Ardea cinerea) 43

Garceta común (Egretta garzetta) 2

Martinete común (Nycticorax nycticorax) 10

Buitre leonado (Gyps fulvus) 4

Águila calzada (Hieraaetus pennatus) 3

Milano negro (Milvus migrans) 16

Autillo europeo (Otus scops) 1

Martín pescador común (Alcedo atthis) 1

Torcecuello euroasiático (Jynx torquilla) 3

Pico menor (Dryobates minor) 1

Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) 2

Urraca común (Pica pica) 21

Grajilla occidental (Corvus monedula) 11

Cuervo grande (Corvus corax) 4

Herrerillo común (Cyanistes caeruleus) 7

Carbonero común (Parus major) 11

Pájaro moscón europeo (Remiz pendulinus) 2

Carricerín común (Acrocephalus schoenobaenus) 4

Carricero común (Acrocephalus scirpaceus) 2

Carricero tordal (Acrocephalus arundinaceus) 1

Avión roquero (Ptyonoprogne rupestris) 2

Golondrina común (Hirundo rustica) 34

Avión común (Delichon urbicum) 5

Mosquitero papialbo (Phylloscopus bonelli) 1

Mosquitero ibérico (Phylloscopus ibericus) 6

Cetia ruiseñor (Cettia cetti) 12

Mito común (Aegithalos caudatus) 2

Curruca capirotada (Sylvia atricapilla) 10

Agateador europeo (Certhia brachydactyla) 3

Chochín común (Troglodytes troglodytes) 3

Estornino negro (Sturnus unicolor) 36

Mirlo común (Turdus merula) 17

Petirrojo europeo (Erithacus rubecula) 4

Ruiseñor común (Luscinia megarhynchos) 9

Colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) 10

Gorrión común (Passer domesticus) 52

Gorrión molinero (Passer montanus) 37

Lavandera blanca (Motacilla alba) 3

Pinzón vulgar (Fringilla coelebs) 1

Verderón común (Chloris chloris) 12

Pardillo común (Linaria cannabina) 2

Jilguero europeo (Carduelis carduelis) 23

Serín verdecillo (Serinus serinus) 8

Desde casa

Lagartija noroccidental (Podarcis guadarramae) en Zamora capital. Marzo de 2020.

Nos espera un tiempo duro, de dificultades y sinsabores. Pero también propicio para sacar de dentro lo mejor de nosotros mismos: responsabilidad, solidaridad, entereza y -que no se pierda- buen humor.

Esta temporada «Zamora BioDiversa» no podrá informaros de rutas y excursiones pues, lógicamente, no se llevarán a cabo (ojalá no tardemos demasiado en poder retomarlas) pero seguiremos al pie del cañón, intentando haceros más llevaderos el encierro y la incertidumbre.

Muchos ánimos y un fuerte abrazo para todos nuestros lectores.

Nuevas colaboraciones radiofónicas

Os pongo aquí mis últimas colaboraciones en el programa «Hoy por hoy Zamora» de la Cadena SER, conversando con su presentadora, Marichu García, sobre diversas especies de la fauna zamorana.

El día 7 de este mes hablamos de nuestro simpático pardal de campo o gorrión molinero:

https://play.cadenaser.com/audio/1581087883_618601/

El viernes 14 le tocó a otro pequeño habitante alado de nuestros sotos: el pico menor

https://play.cadenaser.com/audio/1581694103_879130/

El 21 los protagonistas fueron nuestras dos especies autóctonas de galápagos:

https://play.cadenaser.com/audio/1582298315_503288/

Finalmente, esta misma mañana dedicamos el espacio a uno de nuestros más destacados endemismos herpetológicos, la lagartija leonesa:

https://play.cadenaser.com/audio/1582901537_342929/

Y si queréis escucharnos en directo, el espacio se emite todos los viernes entre las 12:45 y las 13 horas, en Radio Zamora (SER).

Tiempo de galápagos

Esta mañana pude ver, soleándose en las riberas del río Duero a su paso por Zamora, un ejemplar de galápago europeo (Emys orbicularis) y otro de galápago leproso (Mauremys leprosa), los primeros que he tenido la suerte de observar este año.

Galápago europeo (Emys orbicularis) en el Duero zamorano

Pronto, estos dos verdaderos tesoros amenazados de nuestra fauna autóctona, comenzarán el período de apareamientos con el que dan inicio a su ciclo reproductivo. A partir de ahora, si estamos atentos y tenemos un poco de suerte, podremos disfrutar con su observación en bastantes de nuestros humedales. Os animo a conocer más sobre estos magníficos quelonios en las entradas que les he dedicado en este blog:

https://zamorabiodiversa.wordpress.com/2019/05/07/tortugas-galapagos-y-sapos-concheros/

https://zamorabiodiversa.wordpress.com/2018/10/30/galapagos-en-el-duero/

Galápago leproso (Mauremys leprosa) en el Duero zamorano