
Los vi de lejos y dije para mí: <<dos pájaros de un tiro>>. Y resultó que había un tercero de tapadillo.
Abubilla (Upupa epops), pito ibérico (Picus sharpei) y mirlo común (Turdus merula). Zamora capital, 3 de agosto de 2022.
Los vi de lejos y dije para mí: <<dos pájaros de un tiro>>. Y resultó que había un tercero de tapadillo.
Abubilla (Upupa epops), pito ibérico (Picus sharpei) y mirlo común (Turdus merula). Zamora capital, 3 de agosto de 2022.
Seguimos con nuestro espacio en las ondas para hablar de la biodiversidad de la provincia de Zamora en el programa “Hoy por hoy Zamora” (Radio Zamora-Cadena SER), con su presentadora Marichu García, a quien una vez más queremos agradecer la oportunidad que nos brinda.
En las últimas semanas hemos hablado -como no podía de ser otro modo- de aves observadas desde casa a lo largo del confinamiento, tanto de las vistas por el colectivo de observadores zamoranos como de mi lista particular de este período . Y hemos dedicado algunos minutos a dos de los protagonistas del pajareo de cuarentena, ambos virtuosos cantores de fama merecida: el ruiseñor y el mirlo.
Os pongo aquí los enlaces para que podáis escuchar estos espacios. Si queréis disfrutarlos en directo, se emite todos los viernes, en torno a las 12:45 a 13:00 en “Hoy por hoy Zamora” (Radio Zamora-Cadena SER).
https://play.cadenaser.com/audio/1587736339_587309/
https://play.cadenaser.com/audio/1587131299_497907/
https://play.cadenaser.com/audio/1585921270_596042/
Una mañana, tras una época en que la quimioterapia le había dejado sin fuerza alguna, Henning Mankell, novelista y dramatugo sueco reconocido internacionalmente por su serie de novelas negras sobre el inspector Kurt Wallander, escucha el canto de un mirlo: “He oído cantar al mirlo, luego he vivido”, reflexiona. Esta historia me recordó profundamente a la que me narró un buen amigo ornitólogo, hace ya algunos años. Acompañaba a un tío suyo muy enfermo, próximo ya a su final, en la cama del hospital. Del jardín vecino, entran por la ventana abierta una suave brisa primaveral y el melodioso canto de un ave, melancólico y vigoroso a un tiempo. El hombre, que nunca se había interesado especialmente por la zoología, le pregunta a mi amigo sobre la identidad de aquel cantor que lleva escuchando a diario desde que se encuentra allí ingresado. “Es un mirlo” responde mi colega. En el rostro del hombre se refleja en aquel momento un sentimiento de alivio y de sosiego.
En estos días de incertidumbres y reclusión, con las calles de nuestras ciudades libres del ruido que a menudo nos impide escucharlo con claridad, llega hasta nuestras viviendas nítido y rotundo el canto del mirlo, perchado a la vista sobre una antena u oculto en el follaje amistoso de un árbol. Hace apenas unas décadas no hubiéramos tenido tanta suerte: se trata de un ave originalmente forestal que hasta épocas recientes era preciso buscar en las espesuras de montes y sotos. Pero al igual que otras especies, ha colonizado recientemente los ámbitos urbanos y ahora mismo podemos contemplar su oscura y esbelta silueta en cualquier rincón de la ciudad, haciéndonos llegar con sus silbidos y gorjeos una porción de vida libre y salvaje y unos dulces sorbos de consuelo, que tanta falta nos hacen.
En estos días de confinamiento general, observar y fotografiar aves desde la ventana de casa se convierte en la única opción para la mayoría de los aficionados. En estas circunstancias, las aves urbanas cobran un protagonismo especial, aunque los afortunados que viven en áreas rurales pueden tener acceso a una variedad realmente superior de especies. Algo semejante ocurre con aquellos que disponen de jardines propios.
Desde hace muchos años, tengo la costumbre de anotar todas las especies que veo desde dentro de casa. Creo que ya lo hacía en mi adolescencia, cuando escuchaba cantar desde mi habitación a los cárabos del parque de San Francisco, en Ávila. Mi lista personal de los últimos 10 años incluye -ni más ni menos- que 106 especies de aves vistas desde las ventanas de mi vivienda en Zamora. La comparto aquí para que comprobéis que sin salir de casa se puede ver algo más que gorriones y palomas y no creáis que quedarse supone obligatoriamente colgar los prismáticos o la cámara. Por cierto: todas las fotos de esta entrada están hechas desde casa.
MI LISTA DE AVES VISTAS POR LA VENTANA
Un blog de Isabel M. Rodrigo
El blog para naturalistas de Iván vega