A mariposas junto a la ciudad

El lunes di un pequeño paseo (un par de horas) para observar mariposas por un pequeño rincón ubicado en las afueras de Zamora, a poco más de un kilómetro de casa. Se trata de un pintoresco camino rodeado con vegetación abierta, paredes de piedra, zarzales, almendros y encinas dispersas en la ladera de un teso de areniscas.

El elenco de lepidópteros observados estuvo constituido por una buena representación de las especies más comunes por aquí en estas fechas del verano inicial, destacando por su abundancia Pieris rapae, Melanargia lachesis, Maniola jurtina y Pyronia cecilia.

Loba (Maniola jurtina)

Medioluto ibérica (Melanargia lachesis)

Además observé unos cuantos ejemplares de dos especies muy grandes y vistosas que me gustan especialmente: Papilio machaon y Brintesia circe.

Rey mozo (Brintesia circe)

Cópula de Rey mozo (Brintesia circe)

La lista completa incluyó un total de 15 especies:

Piquitos castaña Carcharodus alceae

Macaón Papilio machaon

Amarilla Colias croceus

Blanquita de la col Pieris rapae

Blanca de la col Pieris brassicae

Blanquiverdosa Pontia daplidice

Medioluto ibérica Melanargia lachesis

Loba Maniola jurtina

Lobito jaspeado Pyronia cecilia

Rey mozo Brintesia circe

Manto bicolor Lycaena phlaeas

Ícaro Polyommatus icarus

Morena Aricia cramera

Gris estriada Leptotes pirithous

Canela estriada Lampides boeticus

Ícaro (Polyommatus icarus)

Blanquiverdosa (Pontia daplidice)

Paseando por la campiña suburbana

El medio natural de la ciudad de Zamora y sus afueras inmediatas no se reduce ni mucho menos a los espacios más conocidos, como son las riberas del Duero y el bosque de Valorio. Contamos con una gran extensión de áreas abiertas que, aunque a primera vista pueda parecer lo contrario, también revisten gran interés para la fauna y la flora. Esta semana, alguno de mis paseos matinales lo he realizado por una de esas zonas donde campos de cultivo, baldíos y pastizales se alternan desde el mismo momento en que termina la ciudad.

Cogujada montesina (Galerida theklae)

Entre las aves más típicas de estos espacios abiertos, pude observar varias especies: cogujada común (Galerida cristata), cogujada montesina (Galerida theklae), collalba gris (Oenanthe oenanthe) y escribano triguero (Emberiza calandra).

Escribano triguero (Emberiza calandra)

A estas se unieron algunas de carácter más bien forestal que acudían en busca de alimento procedentes del cercano bosque de Valorio, como es el caso del pito real (Picus sharpei) o la abubilla (Upupa epops). Entre las rapaces, las más comunes por aquí en esta época del año: águila calzada (Hieraaetus pennatus), milano negro (Milvus migrans) y cernícalo vulgar (Falco tinnunculus).

Águila calzada (Hieraaetus pennatus)

Al tratarse de una hora muy temprana (aunque comenzó rápido a calentar) no había apenas actividad de mariposas. Una pena, porque se trata de unos terrenos de gran interés para este orden de insectos. Con todo, pude ver un puñado de especies: mariposa blanquiverdosa (Pontia daplidice), mariposa blanquiverdosa meridional (Euchloe crameri), mariposa de la alfalfa (Colias crocea), vanesa de los cardos (Vanessa cardui) y manto bicolor (Lycaena phlaeas).

Blanquiverdosa (Pontia daplidice)

Se trata de hábitat que pueden tener tanto interés para la conservación de la biodiversidad como los mucho más valorados medios forestales y acuáticos pero a los que, por desgracia, no se tiene en gran consideración. Poco a poco van sucumbiendo víctimas de la construcción, las escombreras o la intensificación agrícola y con ellos se nos van innumerables especies de animales y plantas sin las cuales el nuestro será un mundo incompleto.

Collalba gris (Oenanthe oenanthe)

Mariposas de otoño.

aglaisio

En contra de lo que se podría pensar, no son pocas las especies de mariposas diurnas que siguen activas en estas fechas otoñales. En lo que llevamos de estación, he podido disfrutar personalmente la presencia de hasta 16 especies diferentes activas en las riberas del Duero. Entre ellas, la mariposa Pavo Real (Aglais io) de la fotografía.

Las restantes especies fueron: Piquitos Castaña (Carcharodus alceae), Blanquita de la Col (Pieris rapae), Mariposa de la Col (Pieris brassicae), Blanquiverdosa (Pontia daplidice), Amarilla (Colias crocea), Saltacercas (Lasiommata megera), Maculada (Pararge aegeria), Sofía (Issoria lathonia), Atalanta (Vanessa atalanta), Manto Bicolor (Lycaena phlaeas), Ícaro (Polyommatus icarus), Morena (Aricia cramera), Canela Estriada (Lampides boeticus), Gris Estriada (Leptotes pirithous) y Mariposa de los Geranios (Cacyreus marshalli).

Muchas de ellas seguirán volando en días soleados, sin viento y no demasiado fríos del otoño avanzado -e incluso del invierno- poniendo una alegre nota de color en nuestros campos, bosques, pueblos y ciudades.