Cubiertas las plazas disponibles para la actividad programada para el domingo 31 de marzo, hemos decidido ofrecer una nueva fecha para visitar la reserva natural «Lagunas de Villafáfila» y disfrutar de la Rueda de la Avutarda y de la gran variedad de aves presentes en la zona al comienzo de la primavera.
Os invitamos a conocer uno de los comportamientos más espectaculares de nuestra avifauna en uno de los espacios naturales más emblemáticos de Zamora. Se trata, además, de una fecha excelente para la observación de aves acuáticas y agroesteparias en Villafáfila, con un importante paso migratorio y con la llegada de numerosos nidificantes estivales.
¡Reservad vuestras plazas antes de que se agoten otra vez!
Salina Grande de Villafáfila. Foto Charo Hernández.
Mirador de aves de Otero de Sariegos. Foto Charo Hernández.
Más de 12.000 aves de 78 especies diferentes.
Avefrías europeas (Vanellus vanellus) y chorlitos dorados (Pluvialis apricaria). Foto Luis Manso.
Chorlitos dorados (Pluvialis apricaria) y avefrías europeas (Vanellus vanellus). Foto Miguel Díez.
Correlimos comunes (Calidris alpina) y avefrías europeas (Vanellus vanellus). Foto Luis Manso.
Grupo familiar de grullas comunes (Grus grus). Foto Luis Manso.
Incluyendo «golosinas» como una barnacla carinegra (Branta bernicla), un archibebe patigualdo chico (Tringa flavipes) y un falaropo picogrueso (Phalaropus fulicarius);
Archibebe patigualdo chico (Tringa flavipes). Foto Miguel Díez.
Y un entusiasta grupo de 21 simpáticos amantes de las aves procedentes de Asturias, Zamora, León y Valladolid.
Sobrevolados por las grullas. Foto Charo Hernández.
En el mirador de la Rosa. Foto Charo Hernández.
Estos fueron los principales ingredientes de una jornada inolvidable en la reserva natural «Lagunas de Villafáfila», de la mano de » Zamora BioDiversa» y del mejor guía para descubrir los secretos del reino de la avutarda: Cristian Osorio de «Saliegos Birding».
Avefrías europeas (Vanellus vanellus). Foto Miguel Díez.
En este enlace de eBird podéis consultar la lista completa de las especies observadas el pasado domingo 26 de noviembre en el transcurso de esta memorable jornada ornitológica: https://ebird.org/checklist/S155265663
Ánsares comunes (Anser anser), ánades azulones (Anas platyrhynchos) y focha común (Fulica atra). Foto Luis Manso.
Ánades frisos (Mareca strepera) y patos colorados (Netta rufina). Foto Luis Manso.
Tarabilla europea (Saxicola rubicola). Foto Miguel Díez.
Archibebe oscuro (Tringa erythropus). Foto Luis Manso.
Halcón peregrino (Falco peregrinus). Foto Luis Manso.
Al atardecer, el cielo de Tierra de Campos se tiñó intensamente de púrpura, regalándonos el más hermoso punto final que hubiéramos podido desear.
Foto Luis Manso
Foto Charo Hernández
El próximo domingo 10 de diciembre repetiremos la visita: nunca nos cansamos de disfrutar de la magnífica reserva de Villafáfila y de su sorprendente avifuana. Reservad vuestra plaza ¡Os esperamos!
En estos días, los narcisos pálidos (Narcisssus triandrus), endémicos de la mitad occidental de la península ibérica, salpican con sus claras cabezuelas las manchas foscas de los jarales alistanos. Su precoz floración, como la de todos los de su género, constituye uno de los primeros indicios de que el invierno toca a su fin.
En las espesuras de los bosques de ribera y los umbríos robledales, las parejas de mitos (Aegithalos caudatus), diminutas y encantadoras avecicas de larga cola, se dedican en cuerpo y alma a la construcción de sus crípticos nidos, tejiéndolos con musgos, líquenes e incluso telas de araña.
Millares de petirrojos (Erithacus rubecula) -nuestros populares pimenteros o paporrubios– llenan con sus melancólicos cantos los bosques y las campiñas arboladas, inmersos en la migración prenupcial que los conduce a sus áreas de nidificación en latitudes más norteñas del continente. Tras de su paso, quedará la menos numerosa población nativa que nidifica en bosques y jardines umbríos de toda la provincia.
Un alegre y vivificante canto se escucha por pinares, encinares y laderas soleadas cubiertas de matorrales abiertos. Es la totovía (Lullula arborea) que, como todos los miembros de la familia de las alondras, a la cual pertenece, emite su canción suspendida en el vacío, como un aéreo trovador desde su torre invisible.
En las mañanas de los días claros y sin viento de marzo -que no son tantas, ciertamente- podremos descubrir a la minúscula mariposa cardenillo (Tomares ballus) posada en el suelo de los pastizales y claros de encinar sayagueses, envuelta en su lanudo abrigo de intenso color verde, tomando el sol con fruición antes de comenzar a activarse.
En marzo -ya lo dice el refrán- cría el picanzo, es decir, el alcaudón real (Lanius meridionalis). Habrá que esperar al mes de abril para que críe el pernil, también conocido como alcaraván (Burhinus oedicnemus). En mayo le tocará al gayo, o sea, el arrendajo (Garrulus glandarius).
Las inmensas extensiones de los brezales se tiñen de púrpura con la floración de las urces negrales (Erica australis), dando lugar a espectáculos cromáticos inigualables. Las urces del miel negro y del carbón de cepa, criadoras de setas suculentas, también saben regalarnos generosamente la vista. ¿Qué más podemos pedirle a la “maleza”?
Y en las grandes llanuras del oriente zamorano, en las interminables “tierras de pan llevar”, los imponentes machos de la avutarda euroasiática (Otis tarda) se agrupan en las áreas más tranquilas y protegidas para dar rienda suelta a sus impresionantes y magníficas exhibiciones nupciales, con el objetivo de convencer a las vigilantes hembras de sus impecables aptitudes para la procreación. Es el gran espectáculo anual de la estepa: la rueda de los gigantescos barbones o altardones.
Lentamente pero sin retroceder, como vuela la avutarda, se van abriendo las puertas de la primavera.
Avefría europea (Vanellus vanellus) en la Reserva Natural «Lagunas de Villafáfila». Imagen aportada por Jaime Rábago.
El fin de semana del 18 y 19 de febrero tuvimos sendas actividades de observación e interpretación de la avifauna en esta conocida reserva natural, uno de los espacios naturales más destacados de Castilla y León. Una vez más, las actividades se organizaron conjuntamente con Cristian Osorio Huerga, de «Saliegos Birding».
Y una vez más, las actividades fueron un éxito tanto por la notable participación como por la variedad de especies observadas. En cuanto a la primera, fueron 28 los interesados y apasionados, de variadas procedencias: Galicia, Valladolid, León, Salamanca y, por supuesto, Zamora.
En cuanto a las especies, alcanzaron las 75 en el cómputo total: 73 el sábado y 64 el domingo. Incluyendo alguna rareza local, como la gaviota argéntea (Larus argentatus) que lleva varias semanas en la zona. Os invito a consultar ambas listas en eBird:
Grullas comunes (Grus grus) procedentes de su zona de alimentación. Imagen aportada por Miguel Díez.
Sobrevolados por las grullas.
Avutardas euroasiáticas (Otis tarda) en vuelo. Imagen aportada por Nicolás Torres.
Rodeados de avutardas por todas partes. No podía ser de otro modo en el mayor refugio mundial de estas verdaderas reinas de la estepa.
Perdiz roja (Alectoris rufa). Imagen aportada por Miguel Díaz.
Aguja colinegra (Limosa limosa). Imagen aportada por Miguel Díaz.
Correlimos comunes (Calidris alpina). Imagen aportada por Jaime Rábago.
Grullas comunes entrando en su dormidero en la laguna de Barillos. Imagen aportada por Nicolás Torre.
Con el comienzo de la primavera, los machos de la avutarda euroasiática (Otis tarda) -los gigantescos «barbones»- se agrupan en determinadas áreas de la estepa cerealista para dar rienda suelta a sus impresionantes y magníficas exhibiciones nupciales, con el objetivo de convencer a las vigilantes hembras de sus impecables aptitudes para la procreación.
Os invitamos a conocer uno de los comportamientos más espectaculares de nuestra avifauna en uno de los espacios naturales más emblemáticos de Zamora. El domingo 26 de marzo disfrutaremos de la Rueda de la Avutarda en la Reserva Natural «Lagunas de Villafáfila».
Se trata, además, de una fecha excelente para la observación de aves acuáticas y esteparias en Villafáfila, con un importante paso migratorio y con la llegada de numerosos nidificantes estivales como la pagaza piconegra (Gelochelidon nilotica), la cigüeñuela común (Himantopus himantopus) o el cernícalo primilla (Falco naumanni).
Tras sufrir los terribles efectos de la peor sequía en bastantes décadas, las tímidas lluvias de las últimas semanas no pueden ser más bienvenidas. Con ellas, campiñas y humedales comienzan a recobrar color, vida, esplendor. En Tierra de Campos, la reserva natural «Lagunas de Villafáfila» recibe en este tiempo la visita de centenares de majestuosas y elegantes grullas comunes (Grus grus) cuyas voces poderosas y ancestrales resuenan como un concierto de trompetas en la estepa inmensa.
Estas conocidas migradoras se suman ahora en los pastizales y las tierras de labor a otras gigantes que permanecen todo el año en la región: las avutardas comunes o euroasiáticas (Otis tarda), que concentran en Villafáfila la población más destacada de toda su área de distribución, constituyendo el mayor valor ornitológico de esta reserva zamorana.
A comienzos del mes organizamos una actividad de observación e interpretación de las aves y el medio natural de Villafáfila junto con Cristian Osorio de «Saliegos Birding», gran amigo y profesional que conoce la reserva y sus secretos como nadie. La jornada resultó un éxito, disfrutando con una gran cantidad y variedad de estupendas observaciones y con la agradable compañía de un excelente grupo de aficionados.
La lista de especies anotadas a lo largo del día sumó un total de 68, abarcando desde las características anátidas y limícolas del complejo lagunar hasta los pequeños paseriformes antropófilos de los pueblos y sus entornos e incluyendo diversas especies de rapaces, entre ellas la cada vez más habitual águila imperial ibérica (Aquila adalberti). En este enlace podéis consultar el listado completo: https://ebird.org/checklist/S121705101
Águila imperial observada el 1 de noviembre en los alrededores de Villafáfila. C. Osorio.
Además, las agradables temperaturas que pudimos disfrutar favorecieron la observación de un buen número de mariposas, como blanquita de la col (Pieris rapae), blanquiverdosa (Pontia daplidice), colias común (Colias crocea), cardera (Vanessa cardui), atalanta (Vanessa atalanta), ícaro (Polyommatus icarus), canela estriada (Lampides boeticus) y manto bicolor (Lycaena phlaeas).
Mariposa manto bicolor. R. Hernández.
El próximo domingo 27 de noviembre tenemos programada una nueva visita para la cual hay todavía plazas disponibles. En este cartel podéis encontrar los detalles.
Os dejo con algunas imágenes de la actividad que nos han pasado varios de los participantes a los cuales aprovechamos para agradecer sus amabilidad y simpatía.
Gorrión chillón (Petronia petronia). N. Torres.
Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus) transportando un ofidio en las garras. N. Torres.
Grullas comunes aterrizando. N. Torres.
9El otoño es, sin duda, la mejor época para disfrutar de las grullas en Villafáfila. N. Torres.
Avefrías europeas (Vanellus vanellus). N. Torres.
Garcillas bueyeras (Bubulcus ibis). N. Torres.
Lavandera blanca (Motacilla alba). N. Torres.
Fochas comunes (Fulica atra). N. Torres.
Ícaro (Polyommatus icarus). N. Torres.
Manto bicolor (Lycaena phlaeas). N. Torres.
Conejo europeo (Oryctolagus cuniculus). L. J. Manso.
Con el comienzo de la primavera, los machos de la avutarda común (Otis tarda), los gigantescos «barbones», se agrupan en determinadas áreas de la estepa cerealista para dar rienda suelta a sus impresionantes y magníficas exhibiciones nupciales, con el objetivo de convencer a las vigilantes hembras de sus impecables aptitudes para la procreación.
Sin duda, el mejor lugar en el mundo para disfrutar de este increíble espectáculo lo constituye la reserva natural “Lagunas de Villafáfila”, ubicada en la comarca de Tierra de Campos, al nordeste de Zamora. Este espacio protegido alberga la población más densa conocida de estas majestuosas aves, las más grandes que existen capaces de volar.
Además Villáfila es en esta fecha un punto ideal para la observación de numerosas especies de aves esteparias y acuáticas que descansan unas y anidan otras en sus extensas campiñas cerealistas y sus conocidas lagunas salitrosas. Sin olvidar las singulares especies antropófilas que dan vida a su característica arquitectura tradicional.
Te invitamos a conocer uno de los comportamientos más espectaculares de nuestra fauna en uno de los espacios naturales más emblemáticos de Zamora de la mano de dos grandes conocedores de Villáfafila, sus aves y su hábitat. Te esperamos los domingos 27 de marzo y 3 de abril para disfrutar de la Rueda de la Avutarda en la Reserva Natural «Lagunas de Villafáfila». (PLAZAS AGOTADAS. Nuevas fechas ofertadas: 24 de abril y 1 de mayo.
En este cartel encontrarás la información sobre nuestra actividad. Para cualquier duda o aclaración ponte en contacto con nosotros a través de los números de móvil que figuran en él:
Dos jornadas a elegir: domingos 27 de marzo y 3 de abril. PLAZAS AGOTADAS. Nuevas fechas: domingos 24 de abril y 1 de mayo.
Jornada completa desde las 10 h hasta cuando te apetezca a ti. Nosotros nos quedaremos hasta la puesta del sol.
Punto de reunión en el observatorio de Otero de Sariegos.
Comemos de bocata en un área recreativa dentro de la reserva.
El pasado domingo visitamos la reserva “Lagunas de Villafáfila” en compañía de un grupo de entusiastas, interesados en la avifauna de este conocido espacio natural, ubicado en el nordeste de Zamora. Contamos para la actividad con el, sin duda, mejor guía local: Cristian Osorio de “Saliegos Birding”.
La jornada se vio bastante deslucida por la espesa niebla que no nos dio respiro hasta después de la hora de comer. Por otro lado, resultaban muy patentes los terribles efectos de la persistente sequía que mantiene completamente secas las principales masas del complejo lagunar.
A pesar de todo, pudimos disfrutar por la tarde con las majestuosas y vocingleras grullas (Grus grus), el principal objetivo de la jornada. Estuvimos contemplándolas y escuchándolas en uno de sus pastaderos habituales que compartían con algunos grupos de avutardas (Otis tarda), las enormes y magníficas aves esteparias que han otorgado fama mundial a Villafáfila.
Previamente, habíamos visitado la Casa del Parque, el estupendo centro de interpretación de la reserva, donde pudimos observar algunas de las aves acuáticas más características de Villafáfila: ánsar común (Anser anser), ánade azulón (Anas platyrhynchos), ánade friso (Mareca strepera), cuchara común (Spatula clypeata), focha común (Fulica atra), zampullín común (Tachybaptus ruficollis), agachadiza común (Gallinago gallinago) y chorlitejo grande (Charadrius hiaticula), entre otras especies.
También disfrutamos con inquietos paseriformes invernantes como el petirrojo (Erithacus rubecula) y la lavandera blanca (Motacilla alba). Además de las rapaces más comunes en estas fechas en Tierra de Campos: milano real (Milvus milvus), busardo ratonero (Buteo buteo), aguilucho lagunero (Circus aeruginosus), aguilucho pálido (Circus cyaneus) y cernícalo vulgar (Falco tinnunculus).
Otro de los puntos de interés en esta visita fue un acúmulo de egagrópilas o regurgitaciones de lechuza común (Tyto alba) en cuyo interior descubrimos con facilidad los cráneos de dos de sus presas más habituales en esta localidad: el topillo campesino (Microtus arvalis) y la musaraña gris (Crocidura russula).
Muchas gracias a todos los participantes por su amable asistencia y especialmente a Adolfo García-Gutiérrez y Charo Hernández por enviarnos sus fotografías de la excursión. Por supuesto, repetiremos la visita.
Los pasados domingos 28 de marzo y 4 de abril tuvieron lugar sendas jornadas de nuestra actividad de observación de aves “La rueda de la avutarda en Villáfila”, actividad que llevamos a acabo en colaboración con nuestros amigos de Erithacus-Observación de Naturaleza (aquí podéis ver su interesante crónica de una de estas jornadas).
En estas fechas primaverales, la famosa reserva natural zamorana se encuentra en todo su esplendor, tanto el complejo lagunar, rebosante de agua y de aves acuáticas, como la campiña cerealista, donde el vistoso cortejo de los machos de la enorme avutarda común constituyen el máximo atractivo y una excusa perfecta para una visita. No olvidemos que Villafáfila alberga la población más densa a nivel mundial de estas magníficas e impresionantes aves.
En ambas jornadas pudimos disfrutar de la espectacular rueda de los «avetardos» o «barbones». Siempre desde observatorios y puntos de observación autorizados, a distancia prudencial, sin ocasionarles ninguna clase de molestia. (Fotografía de Hortensia Cobreros).
Pero no sólo disfrutamos con los gigantes esteparios. También estamos viendo una gran cantidad y variedad de aves rapaces, como esta majestuosa águila imperial ibérica que nos sobrevoló en dos ocasiones durante la segunda jornada (Fotografía de Luis Domingo Sánchez).
El próximo domingo, 11 de abril, repetimos la visita. Todavía contamos con unas pocas plazas disponibles. Si os animáis a acompañarnos, aquí debajo tenéis más información y los contactos:
El pasado domingo, 17 de noviembre, “Zamora, Aves y Naturaleza” se desplazó a uno de los espacios naturales más importantes de Castilla y León: la Reserva Natural “Lagunas de Villafáfila”. La reserva incluye un complejo lacustre de aguas salobres declarado “Sitio Ramsar”, lo que quiere decir que se le reconoce importancia internacional y una extensa área de campiñas cultivadas que alberga una importantísima comunidad de aves esteparias, entre las que destaca la amenazada avutarda euroasiática, verdadero gigante de la avifauna europea, que disfruta aquí de su densidad poblacional más elevada a nivel mundial.
A pesar del tiempo algo desapacible, propio de estas fechas y de que a causa de la prolongada sequía las lagunas no se hallan en su mejor momento, los 17 participantes de la excursión y los guías pudimos disfrutar de magníficas observaciones, tanto de aves acuáticas como de esteparias. Los participantes procedían de Zamora capital y de las vecinas ciudades de Salamanca y Benavente.
Por la mañana, en cuanto pasó el frente lluvioso, nos dirigimos a la campiña donde pudimos contemplar a placer varios grupos de avutardas diseminados por los campos de alfalfa y cereal. Mientras escudriñábamos el terreno y nos sobrevolaban los bandos de alondras comunes, pudimos localizar un búho campestre posado en un barbecho. A continuación visitamos las instalaciones de la Casa del Parque y las lagunas artificiales del recinto, donde anotamos algunas acuáticas como el zampullín común, la focha común y un par de cigüeñuelas.
Desde allí nos dirigimos a las praderas próximas a la Laguna Grande donde suelen descansar las grullas. Por el camino tuvimos dos encuentros realmente afortunados: un precioso búho campestre que pasó volando muy cerca de nosotros y dos sisones de la reducida población invernante de esta amenazadísima y cada vez más escasa ave esteparia. Tras pasar un rato la mar de agradable con la visión de varios centenares de elegantes y vocingleras grullas, vino la reparadora comida en un afamado restaurante local.
Finalmente, dedicamos las últimas horas de luz a la observación de anátidas, limícolas y rapaces a orillas de la Laguna Grande. Entre otras muchas especies, destacar los magníficos tarros blancos, tan característicos de este humedal, dos avocetas, un par de zarapitos reales y un precioso macho de aguilucho pálido.
La lista completa, muy nutrida -58 especies en total- nos da idea de lo entretenida que estuvo la jornada y de la extraordinaria diversidad que alberga la reserva zamorana: ánsar común, tarro blanco, silbón europeo, ánade friso, cerceta común, ánade azulón, cuchara común, perdiz roja, zampullín común, garza real, cormorán grande, aguilucho pálido, aguilucho lagunero, milano real, busardo ratonero, avutarda euroasiática, sisón común, focha común, grulla común, cigüeñuela común, avoceta común, avefría europea, chorlito dorado europeo, zarapito real, combatiente, correlimos común, agachadiza común, gaviota reidora, paloma bravía (cimarrona), tórtola turca, mochuelo europeo, búho campestre, cernícalo vulgar, esmerejón, halcón peregrino, alcaudón real, urraca común, grajilla occidental, corneja negra, cuervo grande, alondra común, cogujada común, cetia ruiseñor, mosquitero común, cistícola buitrón, estornino pinto, estornino negro, mirlo común, petirrojo europeo, colirrojo tizón, tarabilla europea, gorrión común, lavandera blanca, bisbita pratense, pinzón vulgar, pardillo común, jilguero europeo y escribano triguero.
Muchas gracias a Marymar Cerviño, Gonzalo Criado y Gloria Zaragoza por sus fotografías de esta jornada inolvidable.
“Zamora, Aves y Naturaleza” es un programa promovido por el Ayuntamiento de Zamora con la colaboración de “Erithacus-Observación de la Naturaleza”.
Los días 17 y 24 de noviembre, ZAMORA, AVES Y NATURALEZA se desplaza a la Reserva Natural «Lagunas de Villafáfila». En esas fechas, centenares de grullas comunes (Grus grus) procedentes del Norte de Europa, se alimentan y descansan en la reserva antes de continuar su periplo hacia las zonas de invernada en el Oeste de la península Ibérica, ofreciendo un magnífico espectáculo natural. También disfrutaremos con otras especies, como las avutardas, ánsares, ánades, avefrías, aguiluchos laguneros, milanos reales y otras muchas aves que se pueden encontrar en Tierra de Campos durante el otoño.
Para más información e inscripciones escribir un mensaje de
whatsapp al 676046551 (José Alfredo).
ZAMORA, AVES Y NATURALEZA es un programa promovido por la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Zamora.