Plumas por la ventana

Cigüeñas blancas (Ciconia ciconia). Quizás la más llamativa de las aves antropófilas. Un lujo en nuestras ciudades que a menudo pasamos por alto por acostumbrado.

En estos días de confinamiento general, observar y fotografiar aves desde la ventana de casa se convierte en la única opción para la mayoría de los aficionados. En estas circunstancias, las aves urbanas cobran un protagonismo especial, aunque los afortunados que viven en áreas rurales pueden tener acceso a una variedad realmente superior de especies. Algo semejante ocurre con aquellos que disponen de jardines propios.

Las colúmbidas, como esta tórtola turca (Streptopelia decaocto) resultan, por su abundancia, protagonistas indudables del pajareo urbano.

Desde hace muchos años, tengo la costumbre de anotar todas las especies que veo desde dentro de casa. Creo que ya lo hacía en mi adolescencia, cuando escuchaba cantar desde mi habitación a los cárabos del parque de San Francisco, en Ávila. Mi lista personal de los últimos 10 años incluye -ni más ni menos- que 106 especies de aves vistas desde las ventanas de mi vivienda en Zamora. La comparto aquí para que comprobéis que sin salir de casa se puede ver algo más que gorriones y palomas y no creáis que quedarse supone obligatoriamente colgar los prismáticos o la cámara. Por cierto: todas las fotos de esta entrada están hechas desde casa.

Milano real (Milvus milvus). Las rapaces sobrevuelan o se introducen en las ciudades con mucha más frecuencia de lo que se suele pensar, pero su detección a menudo requiere mirar hacia lo alto.
Pico menor (Dryobates minor). Un jardín vecino o una simple hilera de árboles puede suponer un atractivo irresistible para un montón de especies típicamente forestales.

MI LISTA DE AVES VISTAS POR LA VENTANA

  1. Cormorán grande Phalacrocorax carbo
  2. Garcilla bueyera Bubulcus ibis
  3. Garza real Ardea cinerea
  4. Cigüeña blanca Ciconia ciconia
  5. Ánsar común Anser anser
  6. Ánade azulón Anas platyrhynchos
  7. Abejero europeo Pernis apivorus
  8. Milano negro Milvus migrans
  9. Milano real Milvus milvus
  10. Buitre leonado Gyps fulvus
  11. Buitre negro Aegypius monachus
  12. Culebrera europea Circaetus gallicus
  13. Aguilucho cenizo Circus pygargus
  14. Aguilucho lagunero occidental Circus aeruginosus
  15. Aguilucho pálido Circus cyaneus
  16. Azor común Accipiter gentilis
  17. Gavilán común Accipiter nisus
  18. Busardo ratonero Buteo buteo
  19. Águila calzada Hieraaetuspennatus
  20. Águila real Aquila chrysaetos
  21. Águila pescadora Pandion haliaetus
  22. Cernícalo primilla Falco naumanni
  23. Cernícalo vulgar Falco tinnunculus
  24. Esmerejón Falco columbarius
  25. Alcotán europeo Falco subbuteo
  26. Halcón peregrino Falco peregrinus
  27. Grulla común Grus grus
  28. Alcaraván común Burhinus oedicnemus
  29. Avefría europea Vanellus vanellus
  30. Gaviota reidora Chroicocephalus ridibundus
  31. Gaviota sombría Larus fuscus
  32. Paloma bravía Columba livia
  33. Paloma torcaz Columba palumbus
  34. Tórtola turca Streptopelia decaocto
  35. Cotorrra de Kramer Psitacula crameri
  36. Lechuza común Tyto alba
  37. Cárabo común Strix aluco
  38. Búho chico Asio otus
  39. Vencejo común Apus apus
  40. Vencejo pálido Apus pallidus
  41. Vencejo real Tachymarptis melba
  42. Abejaruco europeo Merops apiaster
  43. Abubilla común Upupa epops
  44. Pito real ibérico Picus sharpei
  45. Pico picapinos Dendrocopos major
  46. Pico menor Dryobates minor
  47. Alondra común Alauda arvensis
  48. Avión roquero Ptyonoprogne rupestris
  49. Golondrina común Hirundo rustica
  50. Golondrina dáurica Cecropis daurica
  51. Avión común Delichon urbicum
  52. Lavandera cascadeña Motacilla cinerea
  53. Lavandera blanca Motacilla alba
  54. Bisbita pratense Anthus pratensis
  55. Chochín paleártico Troglodytes troglodytes
  56. Acentor común Prunella modularis
  57. Petirrojo europeo Erithacus rubecula
  58. Ruiseñor común Luscinia megarhynchos
  59. Colirrojo tizón Phoenicurus ochruros
  60. Colirrojo real Phoenicurus phoenicurus
  61. Roquero solitario Monticola solitarius
  62. Mirlo común Turdus merula
  63. Zorzal alirrojo Turdus iliacus
  64. Zorzal común Turdus philomelos
  65. Cetia ruiseñor Cettia cetti
  66. Carricero común Acrocephalus scirpaceus
  67. Zarcero políglota Hippolais polyglotta
  68. Curruca carrasqueña Sylvia cantillans
  69. Curruca cabecinegra Sylvia melanocephala
  70. Curruca zarcera Sylvia communis
  71. Curruca mosquitera Sylvia borin
  72. Curruca capirotada Sylvia atricapilla
  73. Mosquitero papialbo Phylloscopus bonelli
  74. Mosquitero común Phylloscopus collybita
  75. Mosquitero ibérico Phylloscopus ibericus
  76. Mosquitero musical Phylloscopus trochilus
  77. Reyezuelo sencillo Regulus regulus
  78. Reyezuelo listado Regulus ignicapillus
  79. Papamoscas gris Muscicapa striata
  80. Papamoscas cerrojillo Ficedula hypoleuca
  81. Mito Aegithalus caudatus
  82. Herrerillo capuchino Lophophanes cristatus
  83. Carbonero garrapinos Periparus ater
  84. Herrerillo común Cyanistes caeruleus
  85. Carbonero común Parus major
  86. Agateador europeo Certhia brachydactyla
  87. Oropéndola europea Oriolus oriolus
  88. Urraca común Pica pica
  89. Grajilla occidental Corvus monedula
  90. Corneja negra Corvus corone
  91. Cuervo grande Corvus corax
  92. Estornino pinto Sturnus vulgaris
  93. Estornino negro Sturnus unicolor
  94. Gorrión común Passer domesticus
  95. Gorrión molinero Passer montanus
  96. Gorrión chillón Petronia petronia
  97. Pinzón vulgar Fringilla coelebs
  98. Pinzón real Fringilla montifringilla
  99. Serín verdecillo Serinus serinus
  100. Verderón común Chloris chloris
  101. Jilguero europeo Carduelis carduelis
  102. Jilguero lúganoSpinus spinus
  103. Pardillo común Linaria cannabina
  104. Camachuelo común Pyrrhula pyrrhula
  105. Picogordo común Coccothraustes coccothraustes
  106. Escribano soteño Emberiza cirlus
Grajilla occidental (Corvus monedula). Pocas aves hacen tanta compañía al naturalista confinado como estos inteligentes, gregarios y bulliciosos córvidos.
Mirlo común (Turdus merula). Paseriforme forestal que en las últimas décadas colonizó nuestras ciudades para regalarnos con su melodioso y potente canto.

Milana bonita

¿Qué tenían en común Azarías – el inolvidable personaje de la novela Los santos inocentes de Miguel Delibes- y el padre de la etología y Premio Nobel Konrad Lorenz? Que los dos tenían como mascota a una grajilla occidental (Corvus monedula), una inteligente ave de la familia de los córvidos del tamaño de una paloma, hábitos gregarios y comportamiento social extremadamente sofisticado.

Azarías llamaba Milana a su protegida mientras que el nombre de la grajilla que acompañaba a Lorenz en sus paseos era Choc, una simple onomatopeya del sonido que más habitualmente emiten estas aves. El asesinato cruelmente gratuito de la Milana desencadenó el deseo de venganza en el sencillo y bondadoso espíritu de su dueño mientras que el doctor austríaco nos cuenta cuánto aprendió de las andanzas de Choc y sus congéneres en su conocida obra El anillo del rey Salomón.

Las grajillas son, sin duda, los más urbanitas de nuestros córvidos: las podemos encontrar con frecuencia en pueblos y ciudades. Edificaciones de todo tipo -castillos, iglesias, viviendas, puentes, presas- acogen sus colonias de cría, siempre que dispongan de huecos adecuados para anidar (también utilizan las oquedades de las rocas y de los árboles), tranquilidad y recursos tróficos suficientes. Se trata de un ave omnívora con una especial preferencia por los insectos y otros invertebrados pero que también consume frutos y semillas, pequeños vertebrados y desperdicios.

En Zamora es más común en la capital, donde aún disponemos de una población muy importante aunque en regresión. Además, su área de distribución se extiende principalmente por las comarcas de Tierra de Campos y Tierra del Pan, con colonias dispersas por los cañones de los ríos Duero, Esla y Tormes y los cascos urbanos de Benavente y Toro. En el noroeste de la provincia su presencia está prácticamente limitada al castillo de Puebla de Sanabria y al conjunto de presas construidas en el curso medio del río Tera.

En nuestro entorno es conocida principalmente por dos tipos de nombres vernáculos: los diminutivos de “graja” (grajilla, grajeta…) y los onomatopéyicos choa, choya o chova que, aunque utilizados en las listas patrón para sus parientes del género Pyrrhocorax, tienen un uso popular extendidísimo para la grajilla.

Son aves bastante conocidas aunque no siempre resultan populares. Existe un gran desconocimiento y marcados prejuicios sobre su biología que han llevado a que se la haya perseguido con frecuencia de modo injustificado. En las últimas décadas sus poblaciones han sufrido una marcadísima regresión que lleva camino de convertir a esta antaño abundante ave en un candidato a la lista roja de especies amenazadas (dos años después de haber escrito esta entrada, la grajilla fue incluida en el Libro Rojo de las Aves dentro de la categoría de especie «en peligro»).

Ovidio en su obra poética Amores dice que las grajillas son precursoras de las lluvias y Plinio menciona el aprecio que sentían por ella tesalios, ilirios y lemnios pues les había librado de las plagas de langosta comiéndose los huevos de estos insectos. Espero seguir escuchando por muchos años su alegre algarabía alrededor de mi casa. La verdad es que cuesta mucho imaginar un mundo sin la Milana y Choc.