Hay mariposas que hibernan como huevos, otras como orugas, como crisálidas o como adultos o imagos. La mariposa Sofía (Issoria lathonia), uno de los ninfálidos más extendidos en Europa y en la península ibérica, puede hacerlo en cualquiera de los cuatro estadíos. Además, se trata de una especie de marcado carácter migrador, alcanzando en sus viajes latitudes tan septentrionales como los 66º N en Finlandia. Su gran movilidad permite observarla en una gran variedad de medios y localidades lejos de sus áreas habituales de reproducción. Estas últimas son principalmente bosques abiertos y matorrales con presencia abundante de sus plantas nutricias, es decir, de aquellas de las cuales se alimentan sus orugas y sobre las que, consecuentemente, depositan sus huevos las hembras de este bellísimo lepidóptero. En este aspecto no se puede negar que la Sofía muestra un gusto exquisito pues escoge para esta finalidad las diversas especies de violetas silvestres (Viola spp) que crecen en nuestros montes, sotos y campiñas.
En la provincia de Zamora la podemos encontrar casi por todas partes, desde las cotas más bajas de los cañones fluviales hasta las cumbres más elevadas de las sierras. Se enrarece, eso sí, en las áreas más intensamente cultivadas, donde a menudo sólo aparece durante sus movimientos migratorios. También debido a este espíritu viajero y a que puede tener hasta tres generaciones anuales, el período en que podemos disfrutar con su presencia resulta particularmente prolongado: por regla general, desde mediados de febrero hasta mediados de noviembre. Además, no es raro que los ejemplares que hibernan como adultos vuelen en días soleados de diciembre y, sobre todo, de enero, de modo que al final la podemos ver prácticamente a lo largo de todo el año. Sin embargo, la mayor abundancia de ejemplares se observa durante el verano.
El pasado domingo llevamos a cabo, junto con nuestros colegas de Erithacus-Observación una actividad en grupo para descubrir la fauna del parque natural “Arribes del Duero”, concretamente en las localidades zamoranas de Fariza y Fermoselle. Centrada de forma primordial en las aves y las mariposas , tuvimos la oportunidad de conocer y disfrutar también la interesantísima y variada flora de este espacio natural y, por supuesto, sus increíbles paisajes y su singular patrimonio etnográfico.
Acompañados de un tiempo espléndido y de un no menos estupendo grupo de amantes de la naturaleza, la jornada nos deparó excelentes avistamientos de dos aves de querencias rupícolas, verdaderos emblemas de Arribes y ambas consideradas en peligro en España: el alimoche común (Neophron percnopterus) y la cigüeña negra (Ciconia nigra). Del primero, conocido como frañusico o miloje en esta zona, vimos a lo largo del día siete ejemplares diferentes: cinco adultos, un ejemplar subadulto de segundo año y otro que nos pareció de cuarto año. De la bella y montisca cigüeña fragolera o portuguesa, fueron al menos tres ejemplares adultos los que llegamos a avistar. Tampoco nos fallaron los majestuosos y frecuentes buitres leonados (Gyps fulvus) ni la reina de los cortados, el águila real (Aquila chrysaetos).
No menos interesantes para nosotros fueron los numerosos y variados paseriformes propios de la campiña agrícola y del monte mediterráneo que animaron intensamente nuestros paseos. Destacaremos a las inquietas familias de tarabillas europeas (Saxicola rubicola), a las cantarinas totovías (Lullula arborea) y a una intrépida pareja de agateadores europeos (Certhia brachydactyla) que habían instalado su nido en un muro de una ermita y nos permitieron observar repetidamente las cebas de sus polluelos. En total fueron más de 40 las especies de aves que pudimos detectar en esta excursión por el parque natural. Al final de esta entrada podéis ver las listas completas de las dos localidades que visitamos.
El otro objetivo prioritario de la jornada, las mariposas, también nos depararon preciosas y emocionantes observaciones, de hasta 16 especies diferentes. Sin duda, la estrella del día fue la cebrada o chupaleches (Iphiclides feisthamelii) que pudimos disfrutar con todo lujo de detalles, incluso enfocada con el telescopio, pero hubo otros avistamientos inolvidables como los de las bellamente dibujadas mariposas medioluto (Melanargia ines y Melanargia occitanica) o la minúscula morena (Aricia cramera).
Entre los reptiles, la gran atracción fue la lagartija colilarga (Psammodromus algirus), sin duda el lacértido más frecuente en los matorrales mediterráneos ibéricos, gracias a varios ejemplares que se mostraron mucho más confiados de lo que resulta habitual en esta especie, permitiéndonos fotografiarlas y contemplarlas a placer.
Queremos dar las gracias a todos los participantes por compartir con nosotros esta inolvidable jornada en uno de nuestros espacios naturales más importantes. Y por supuesto, por aportar amablemente las imágenes que ilustran esta breve crónica.
LISTAS DE ESPECIES OBSERVADAS EN EL P. N. «ARRIBES DEL DUERO» EL 23 DE MAYO DE 2021.
Esta mañana, aprovechando el buen tiempo, que no tenía que trabajar y que con la fase 2 se amplia el horario de paseo y se puede por fin disfrutar de las horas del día realmente buenas para esta actividad, salí a dar un paseo largo por las afueras de Zamora con la única finalidad de observar mariposas.
El objetivo, sencillamente, era localizar el máximo número de especies de estos bellos y apasionantes insectos, disfrutar con su contemplación y, de paso, hacer un poco de ejercicio y tomar el agradable sol.
El recorrido, de unos 9 km en total, discurrió primero por el bosque de Valorio, desde el que pasando por el Alto de Guimaré accedí al vecino Teso del Cuerno y, finalmente, bajé a la vega del Duero por donde regresé a la ciudad siguiendo el camino de las Aceñas de Gijón. De esta manera pude incluir varios medios diferentes, lo cual favoreció encontrar una mayor diversidad de especies.
En estas fechas, con la vegetación comenzando a secarse, las especies exclusivas del período primaveral han desaparecido de esta localidad (como es el caso de Zegris eupheme o Tomares ballus) o bien se observan aún pero en números muy bajos (por ejemplo: Euchloe crameri y Melanargia occitanica).
Por el contrario, vuelan ya abundantes las mariposas propias de la primavera tardía y el verano como Argynnis pandora, Melanargia lachesis, Maniola jurtina, Pyronia cecilia y las del género Thymelicus, todas ellas grandes amantes del calor intenso.
La lista final que obtuve, en general compuesta por especies comunes en la zona, resultó bastante satisfactoria, con un total de 26 especies. Junto a especies típicamente forestales, que solo aparecieron en Valorio (Celastrina argiolus y Polygonia c-album) salieron otras propias de los cerros con vegetación abierta: Papilio machaon, Melanargia occitanica, Muschampia proto…
Aunque el Teso del Cuerno está formado principalmente por areniscas, contiene también algunas pequeñas crestas calizas, lo cual permite la presencia de algunos licénidos ligados a este tipo de terrenos, como es el caso de Lysandra bellargus.
Aquí tenéis la lista completa:
Dorada línea corta (Thymelicus lineola)
Dorada línea larga (Thymelicus sylvestris)
Polvillo dorado (Muschampia proto)
Macaón (Papilio machaon)
Amarilla o de la alfalfa (Colias croceus)
Blanca de la col (Pieris brassicae)
Blanca verdinerviada (Pieris napi)
Blanquita de la col (Pieris rapae)
Blanquiverdosa (Pontia daplidice)
Blanquiverdosa moteada (Euchloe crameri)
Saltacercas (Lasiommata megera)
Maculada (Pararge aegeria)
Medioluto ibérica (Melanargia lachesis)
Medioluto herumbrosa (Melanargia occitanica)
Loba (Maniola jurtina)
Lobito jaspeado (Pyronia cecilia)
Pandora (Argynnis pandora)
Sofía (Issoria lathonia)
Doncella mayor (Melitaea phoebe)
C-blanca o escisa (Polygonia c-album)
Bella dama, cardera o vanesa de los cardos (Vanessa cardui)
Manto bicolor (Lycaena phlaeas)
Niña celeste (Lysandra bellargus)
Dos puntos o ícaro (Polyommatus icarus)
Morena (Aricia cramera)
Náyade (Celastrina argiolus)
Ya tenía ganas de dedicar un paseo en condiciones a nuestras preciosas amigas y comprobar, una vez más, que el entorno inmediato de Zamora mantiene una diversidad biológica verdaderamente destacable. Esperemos que sus habitantes seamos lo suficientemente sensatos para conservarla, ahora y en el futuro.
En contra de lo que se podría pensar, no son pocas las especies de mariposas diurnas que siguen activas en estas fechas otoñales. En lo que llevamos de estación, he podido disfrutar personalmente la presencia de hasta 16 especies diferentes activas en las riberas del Duero. Entre ellas, la mariposa Pavo Real (Aglais io) de la fotografía.
Las restantes especies fueron: Piquitos Castaña (Carcharodus alceae), Blanquita de la Col (Pieris rapae), Mariposa de la Col (Pieris brassicae), Blanquiverdosa (Pontia daplidice), Amarilla (Colias crocea), Saltacercas (Lasiommata megera), Maculada (Pararge aegeria), Sofía (Issoria lathonia), Atalanta (Vanessa atalanta), Manto Bicolor (Lycaena phlaeas), Ícaro (Polyommatus icarus), Morena (Aricia cramera), Canela Estriada (Lampides boeticus), Gris Estriada (Leptotes pirithous) y Mariposa de los Geranios (Cacyreus marshalli).
Muchas de ellas seguirán volando en días soleados, sin viento y no demasiado fríos del otoño avanzado -e incluso del invierno- poniendo una alegre nota de color en nuestros campos, bosques, pueblos y ciudades.