
Como ya habíamos anunciado los pasados 4 y 5 de septiembre llevamos a cabo -junto con nuestros amigos de «Saliegos Birding» sendas actividades de observación e interpretación de fauna y flora en la parte de zamorana del parque natural «Arribes del Duero. Estas actividades tuvieron lugar concretamente en el término municipal de Fermoselle y se centraron principalmente en los lepidópteros y de forma muy especial en la bellísima e imponente mariposa del madroño (Charaxes jasius).

Un total de 23 personas participaron en estas actividades que les permitieron conocer, disfrutar y fotografiar a placer a esta magnífica mariposa tan característica de los bosques y matorrales mediterráneos pero también su hábitat y otras muchas especies que conviven con ella.





Además de los adultos también descubrimos sus miméticas orugas sobre las hojas de su planta nutricia: el madroño (Arbutus unedo).

Por puesto también vimos otras mariposas a lo largo de los paseos aunque muchas menos de las que estamos acostumbrados en esta localidad y fechas. El deterioro del medio natural y el cambio climático nos están dejando sin mariposas y otros insectos incluso en el interior de los espacios naturales protegidos.

Papilio machaon. Foto Adolfo García-Gutiérrez.




Una pequeña sorpresa nos dio este ejemplar de libélula violeta (Trithemis annulata), un odonato de origen tropical que comenzó a colonizar la península a finales de la década de 1970 y que llegó a Zamora hace muy poco tiempo. Podría tratarse de la primera cita de esta especie en el parque natural.


Entre las aves aparecieron algunas rapaces (buitre leonado, culebrera europea, milano real) y sobre todo pequeños insectívoros, ya fueran residentes (tarabilla europea, colirrojo tizón, curruca cabecinegra…) como migrantes en pleno paso postnupcial (colirrojo real, papamoscas cerrojillo, mosquitero musical…).

Tarabilla europea (Saxicola rubicola). Foto Adolfo García Gutiérrez.
Y no faltó tampoco algún pequeño reptil que se dejara fotografiar.

Pero, sin duda, a lo que más tiempo dedicamos fue a conocer y disfrutar la interesante vegetación y los amenos paisajes fermosellanos. Pequeños retazos de bosque mediterráneo salpicando una preciosa campiña dedicada a cultivos leñosos como la vid, el olivo y el almendro.






¡Volveremos!