
El pasado domingo, 17 de noviembre, “Zamora, Aves y Naturaleza” se desplazó a uno de los espacios naturales más importantes de Castilla y León: la Reserva Natural “Lagunas de Villafáfila”. La reserva incluye un complejo lacustre de aguas salobres declarado “Sitio Ramsar”, lo que quiere decir que se le reconoce importancia internacional y una extensa área de campiñas cultivadas que alberga una importantísima comunidad de aves esteparias, entre las que destaca la amenazada avutarda euroasiática, verdadero gigante de la avifauna europea, que disfruta aquí de su densidad poblacional más elevada a nivel mundial.

A pesar del tiempo algo desapacible, propio de estas fechas y de que a causa de la prolongada sequía las lagunas no se hallan en su mejor momento, los 17 participantes de la excursión y los guías pudimos disfrutar de magníficas observaciones, tanto de aves acuáticas como de esteparias. Los participantes procedían de Zamora capital y de las vecinas ciudades de Salamanca y Benavente.

Por la mañana, en cuanto pasó el frente lluvioso, nos dirigimos a la campiña donde pudimos contemplar a placer varios grupos de avutardas diseminados por los campos de alfalfa y cereal. Mientras escudriñábamos el terreno y nos sobrevolaban los bandos de alondras comunes, pudimos localizar un búho campestre posado en un barbecho. A continuación visitamos las instalaciones de la Casa del Parque y las lagunas artificiales del recinto, donde anotamos algunas acuáticas como el zampullín común, la focha común y un par de cigüeñuelas.

Desde allí nos dirigimos a las praderas próximas a la Laguna Grande donde suelen descansar las grullas. Por el camino tuvimos dos encuentros realmente afortunados: un precioso búho campestre que pasó volando muy cerca de nosotros y dos sisones de la reducida población invernante de esta amenazadísima y cada vez más escasa ave esteparia. Tras pasar un rato la mar de agradable con la visión de varios centenares de elegantes y vocingleras grullas, vino la reparadora comida en un afamado restaurante local.

Finalmente, dedicamos las últimas horas de luz a la observación de anátidas, limícolas y rapaces a orillas de la Laguna Grande. Entre otras muchas especies, destacar los magníficos tarros blancos, tan característicos de este humedal, dos avocetas, un par de zarapitos reales y un precioso macho de aguilucho pálido.

La lista completa, muy nutrida -58 especies en total- nos da idea de lo entretenida que estuvo la jornada y de la extraordinaria diversidad que alberga la reserva zamorana: ánsar común, tarro blanco, silbón europeo, ánade friso, cerceta común, ánade azulón, cuchara común, perdiz roja, zampullín común, garza real, cormorán grande, aguilucho pálido, aguilucho lagunero, milano real, busardo ratonero, avutarda euroasiática, sisón común, focha común, grulla común, cigüeñuela común, avoceta común, avefría europea, chorlito dorado europeo, zarapito real, combatiente, correlimos común, agachadiza común, gaviota reidora, paloma bravía (cimarrona), tórtola turca, mochuelo europeo, búho campestre, cernícalo vulgar, esmerejón, halcón peregrino, alcaudón real, urraca común, grajilla occidental, corneja negra, cuervo grande, alondra común, cogujada común, cetia ruiseñor, mosquitero común, cistícola buitrón, estornino pinto, estornino negro, mirlo común, petirrojo europeo, colirrojo tizón, tarabilla europea, gorrión común, lavandera blanca, bisbita pratense, pinzón vulgar, pardillo común, jilguero europeo y escribano triguero.

Muchas gracias a Marymar Cerviño, Gonzalo Criado y Gloria Zaragoza por sus fotografías de esta jornada inolvidable.
“Zamora, Aves y Naturaleza” es un programa promovido por el Ayuntamiento de Zamora con la colaboración de “Erithacus-Observación de la Naturaleza”.
