Feliz 2023 (un poco por lo menos)

Dice un amigo mío que para que haya paz en el mundo y para superar las múltiples crisis que sufrimos (climática, energética, de biodiversidad…) no sirve cambiar de año sino que lo que había que mudar es de sistema. Yo me temo que ni cambiando de especie…Pero también que no se pierde nada por desear cosas buenas a los demás. Cosas que nos hagan un poco felices.

Una gran jornada en Villafáfila

Hace un mes visitamos la reserva natural «Lagunas de Villafáfila» acompañando a un nutrido grupo de apasionados por las aves silvestres. Se trataba de una actividad organizada por «Saliegos Birding» y «Zamora BioDiversa» para la cual contamos, como en otras ocasiones, con el mejor conocedor de este espacio natural zamorano de fama internacional: Cristian Osorio Huerga.

Villafafila con (mucha) agua. Foto Mario Braña.

Disfrutamos de una magnifica jornada de campo, jalonada de estupendas y abundantes observaciones ornitológicas. Las copiosas lluvias de este otoño nos depararon el impagable espectáculo de ver rebosante la Laguna Grande y con agua abundante muchos de los restantes humedales que integran este valioso complejo lagunar incluido en el Convenio de Ramsar.

Avefrías europeas (Vanellus vanellus) en primer plano y tarros blancos (Tadorna tadorna) al fondo. Foto Luis Manso.

Y lo mejor de todo: que las lagunas se encontraban no sólo llenas de aguas sino también de aves. En realidad toda la reserva, con su campiña cerealista, sus pueblos terracampinos y sus pequeñas alamedas relictas, constituía un hervidero de vida, recuperada tras la terrible e interminable sequía que hemos padecido durante más de un año. A lo largo del día llegamos a anotar más de 3000 ejemplares pertenecientes a 67 especies diferentes de aves. Pinchad aquí si queréis ver la lista completa.

Avefrías europeas, tarros blancos, un par de ánades azulones (Anas platyrhynchos) y un correlimos común (Calidris alpina). Foto Mario Braña.

Ánades azulones. Foto Luis Manso.

Silbones europeos (Mareca penelope). Foto Mario Braña.

Ansar común (Anser anser). Foto Miguel Díez.

Tarros blancos. Foto Rubén Barrio.

Ánades azulones, ánades frisos (Mareca strepera), focha común (Fulica atra) y cuchara común (Spatula clypeata). Foto Rubén Barrio.

Fochas comunes, ánades azulones y ánades frisos. Foto Mario Braña.

Cucharas comunes. Foto Mario Braña.

Correlimos comunes. Foto Luis Manso.

Además de las anátidas, limícolas y otras acuáticas características del medio lacustre, el principal atractivo de Villáfáfila lo constitye su extraordinaria población de avutarda euroasiática (Otis tarda), la más densa de toda su área de distribución. Estos verdaderos gigantes de la estepa supusieron -junto con las grullas comunes (Grus grus)- el principal objetivo de las horas que dedicamos a la observación de aves en los campos de cultivo de la reserva.

Avutardas euroasiáticas. Foto Mario Braña.

Grullas comunes. Foto Mario Braña.

Por supuesto, también pudimos ver y fotogrsfiar a otras muchas aves de los campos y praderas, entre ellas especies tan interesantes como el amenazado y endémico alcaudón real (Lanius meridionalis), verdadera rapaz en miniatura.

Perdiz roja (Alectoris rufa). Foto Mario Braña.

Bisbita alpino (Anthus spinoletta). Foto Rubén Barrio.

Bisbita pratense (Anthus pratensis). Foto Mario Braña.

Alcaudón real. Foto Mario Braña.

Y, por supuesto, no faltaron las rapaces, tanto accipitriformes como falconiformes y estrigiformes. Entre estas últimas, destacó la que, probablemente, resultó la observación más memorable de toda la visita a Villafáfila: la de un precioso búho campestre (Asio flammeus) cazando topillos en las praderas que rodean la Laguna Grande.

Milano real (Milvus milvus). Foto Luis Manso.

Busardo ratonero (Buteo buteo) atalayando la estepa desde la cumbre de un palomar. Foto Rubén Barrio.

Águila imperial ibérica (Aquila adalberti). Foto Luis Manso.

Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus). Foto Rubén Barrio.

Mochuelo europeo (Athene noctua). Foto Mario Braña.

Búho campestre. Foto Luis Manso.

Búho campestre. Foto Rubén Barrio.

Búho campestre. Foto Mario Braña.

A lo largo de 2023 seguiremos organizando actividades en Villafáfila y en otros espacios naturales zamoranos como el parque natural «Arribes del Duero». Estas visitas las iremos anunciando, a medida que se vayan programando, en este blog y en nuestras redes sociales.

¡Que paséis buenas fiestas!

Foto Mario Braña

¡Adiós Andarríos!

Andarríos chico (Actitis hypoleucos).

El día 10 de este mes tuvo lugar la última actividad del programa «Andarríos», una visita a las riberas del Duero en el tramo que discurre entre los municipios de Villaralbo y Zamora. La despedida estuvo ligeramente pasada por agua pero, con todo, obtuvimos una excelente lista de aves (48 especies).

Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus). Foto Rubén Barrio Blanco.

Petirrojo europeo (Erithacus rubecula) y lavandera cascadeña (Motacilla cinerea). Foto Rubén Barrio Blanco.

Garza real (Ardea cinerea). Foto Miguel Díez Vaquero.

Este programa de educación ambiental, promovido por la Concejalía de Hábitat Sostenible del Ayuntamiento de Zamora y desarrollado con la colaboración de «Saliegos Birding» y «Zamora BioDiversa» inicio su andadura en octubre del año pasado. En este tiempo se han llevado a cabo 72 actividades de observación e interpretación de la fauna y la flora de la ciudad de Zamora y su entorno para las que se han realizado cerca de 1600 solicitudes de participación.

Entre sus principales objetivos podemos destacar la recuperación del contacto con la naturaleza y la adquisición de unos conocimientos básicos pero bien documentados sobre los demás seres vivos con los que compartimos nuestro entorno inmediato. Este contacto y estos saberes suponen un fundamento necesario para desarrollar una conciencia sobre la necesidad de abordar la emergencia ecológica y, particularmente, la crisis de pérdida de biodiversidad que estamos sufriendo.

Somormujo lavanco (Podiceps cristatus).

Esperamos que para 2023 los habitantes y los visitantes de Zamora cuenten con un nuevo programa encaminado al conocimiento de nuestra diversidad biológica y al fomento de la ciencia ciudadana. Cuando tengamos más información, os lo haremos saber en «Zamora BioDiversa».

Ultimo paseo de «Andarríos» por el bosque de Valorio

El bosque de Valorio, ubicado en la ciudad de Zamora, ha sido uno de los escenarios más frecuentes de «Andarríos», el programa de educación ambiental en el medio natural del Ayuntamiento de Zamora que llegó a su fin hace unos días, tras más de un año de vigencia. En concreto, nuestro familiar bosque urbano acogió 12 de las 72 actividades realizadas en el marco de «Andarríos».

Foto de Lucía Gonzalo

En la última sesión, llevada a cabo el pasado día 6, los participantes conocieron la variada y espectacular avifauna forestal del Valorio invernal. A lo largo de la mañana anotamos un total de 33 especies (aquí la lista completa), entre las que destacaron los pícidos o pájaros carpinteros, con tres especies observadas. La buena representación en Valorio de esta familia de aves genuinamente forestales constituye una evidencia clara de la buena conservación y la contrastada heterogeneidad de su masa arbórea.

Pico menor (Dryobates minor). Foto de Basilio de la Iglesia.

Pico picapinos (Dendrocopos major). Foto de Nicolás Torre.

Pito ibérico (Picus sharpei). Foto de Nicolás Torres.

El trepador azul (Sitta europaea), casi un recién llegado a Valorio (se registra su presencia desde hace tan sólo un par de años) fue otro de los grandes protagonistas del paseo. Foto de Nicolás Torres.

Curruca capirotada (Sylvia atricapilla). Foto de Lucía Gonzalo.

La presencia de árboles y arbustos productores de frutos otoñales e invernales resulta vital para la supervivencia de multitud de pequeñas aves y mamíferos durante las estaciones frías. Uno de los pocos olivos (Olea europaea) presentes en Valorio atraía como un imán a multitud de pajarines como la curruca capirotada de la imagen anterior. Se deberían favorecer más estas especies productoras de pequeños frutos, también en los parques y jardines urbanos.

Mirlo común (Turdus merula). Foto de Lucía Gonzalo.

La lista de aves registradas en el bosque de Valorio en la página de eBird suma ya 144 especies, ocupando el puesto 22 entre los puntos de interés de la provincia de Zamora y el 100 en la comunidad autónoma de Castilla y León. Una buena muestra de la gran riqueza de este espacio natural de poco más de 80 ha de superficie.

Foto de Basilio de la Iglesia

La suaves temperaturas y abundantes precipitaciones de este otoño han favorecido la floración ocasional del algunas plantas como las violetas (Viola odorata) cuyas flores tapizan habitualmente el suelo del soto durante los meses de febrero y marzo.

Foto de Charo Hernández

El apio caballar (Smyrnium oleaster), frecuente en las zonas más húmedas y umbrías del bosque, es un buen ejemplo de la flora de Valorio procedente de antiguos cultivos hortícolas, en este caso con un claro sabor monástico. Su uso culinario y medicinal (antiquísimo) fue habitual en los monasterios de gran parte de Europa.

Foto de Lucía Gonzalo

El roble rebollo o melojo (Quercus pyrenaica), más conocido como roble carbizo en la comarca de Zamora, debió de ser uno de los integrantes principales del Valorio ancestral, junto con la encina (Quercus ilex), el roble quejigo (Quercus faginea) y el fresno común (Fraxinus angustifolia). La renaturalización de nuestro bosque urbano tiene que comenzar necesariamente por incrementar la presencia de estas especies autóctonas, hoy en día reducidas en la práctica al ámbito de la marginalidad.

Tal como comentaban estos dos simpáticos y bien informados petirrojos que posaron para la cámara de Nicolás Torres, aunque ya no volveremos a Valorio bajo el paraguas de «Andarríos», esperamos hacerlo durante el año que ya está a punto de llegar, con nuevas actividades para conocer «in situ» los secretos de nuestra fauna y nuestra flora. Pues eso que…

…¡VOLVEREMOS!

Última visita de «Andarríos» a Carrascal

Vista del valle del Duero desde la Cresta del Gallo, en el límite entre los municipios de Zamora y Pereruela. Foto Eva Ruiz.

El pasado 26 de noviembre, los participantes en este programa del Ayuntamiento de Zamora visitamos de nuevo el maravilloso entorno de los cañones y riberas del Duero en las proximidades de Carrascal, una de las áreas del municipio de mayor valor e interés por su variada fauna y sus sorprendentes paisajes. Se trató de la última actividad desarrollada por «Andarríos» en este magnífico paraje, debido a que este programa llega ya a su fin.

A lo largo de sus 12 meses de duración, dedicados a la divulgación de la diversidad biológica de nuestro entorno, se han llevado a cabo 17 visitas a este histórico núcleo rural, actualmente integrado -en el plano administrativo- en la ciudad de Zamora.

Cogujada común (Galerida cristata). Foto Luis Manso.

Las aves, como es habitual, fueron las grandes protagonistas de la actividad. La lista completa de la mañana, con 54 especies anotadas, la podéis consultar en la página de eBird:https://ebird.org/spain/checklist/S123041924

Lavandera blanca (Motacilla alba). Foto Mario Braña.

Al comienzo del paseo nos acompañaron principalmente las especies típicas de los entornos urbanos y agrícolas como la cogujada común y la lavandera blanca. Más adelante, al aproximarnos a los sotos de la ribera, comenzaron a predominar las aves forestales como los mosquiteros y los petirrojos.

Mosquitero común (Phylloscopus collybita). Foto Nicolás Torres.

Petirrojo europeo (Erithacus rubecula). Foto Mario Braña.

Ya metidos en el cañón, fuimos descubriendo las diferentes especies de rapaces, cuya variedad y abundancia constituyen una de las grandes señas de identidad de Carrascal. Su condición de uno de los mejores puntos de Castilla y León para la observación de este grupo de aves, le ha otorgado el sobrenombre de «el pequeño Monfragüe».

Buitre negro (Aegypius monachus). Foto Luis Manso.

Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus). Foto Luis Manso.

Milano real (Milvus milvus). Foto Luis Manso.

Buitre leonado (Gyps fulvus). Foto Luis Manso.

Águila imperial ibérica (Aquila adalberti). Foto Mario Braña.

Águila real (Aquila chrysaetos). Foto Mario Braña.

Milano real (Milvus milvus). Foto Mario Braña.

Una interesante comparativa de estas dos rapaces planeadoras. Foto Nicolás Torres.

El entorno de Carrascal también es muy rico en mamíferos carnívoros, animales que por sus hábitos huidizos (suelen tener buenos motivos para ello) no resultan fáciles de observar. En esta ocasión, tuvimos la suerte de sorprender a la dama del río haciéndose unos largos.

Nutria paleártica (Lutra lutra). Foto Mario Braña.

El soto de las Pallas desde el teso del Castro. Foto Mario Braña.

Como siempre, nos dio pena tener que irnos. Esperamos regresar el año entrante con nuevas actividades para conocer nuestra sorprendente diversidad biológica en el medio natural que nos rodea. Sin duda, los mejores documentales son los que se disfrutan en vivo.

Ánades azulones (Anas platyrhynchos). Foto Luis Manso.

¡Volveremos!

Foto Eva Ruiz

La mariposa manto de púrpura en Zamora

Manto de púrpura (Lycaena alciphron). Vigo de Sanabria (Zamora), 16 de junio de 2015.

Alcifrón fue un escritor griego del siglo II, famoso por su destreza en el cultivo del retrato costumbrista en formato epistolar. De él se conservan 118 cartas escritas en lengua ática con un elegante estilo arcaizante y agrupadas en cuatro libros, dedicados, respectivamente, a pescadores, labradores, lumpen y cortesanas.  Sin duda, un precursor del sainete. Dieciséis siglos transcurridos de su existencia, un entomólogo alemán nacido en el país de Silesia, hoy territorio polaco, y de nombre Siegmund Adrian von Rottemburg , se acordó del epistológrafo ateniense hallándose a la vista de una preciosa y aún innominada mariposa de la familia de los licénidos,  a la que bautizó en 1775 con el nombre de Papilio alciphron (“mariposa de Alcifrón”). No se me ocurren muchas formas tan envidiables de inmortalidad.

Lycaena alciphron en Fermoselle (Zamora), 18 de mayo de 2014.

Distribución de Lycaena alciphron en el Atlas de las Mariposas de Zamora (NaturZamora-AZCN).

Hoy en día la mariposa de Alcifrón es conocida científicamente como Lycaena alciphron y en español la llamamos manto de púrpura. Ampliamente distribuida por el Paleártico occidental, podemos sorprender su vuelo en multitud de rincones de las tierras zamoranas. Aquí se distribuye principalmente por las áreas más montañosas y agrestes, tanto en los espacios serranos del norte (Sanabria, La Culebra, Las Carpurias), donde llega casi a los 2000 de altitud, como en los abruptos cañones fluviales del sur provincial (arribas y arribanzos del Duero, Esla y Tormes), de características más mediterráneas. Más escasa y localizada, podemos encontrarla también por los tesos y laderas más elevados de las comarcas de Tierra del Vino y el Alto Sayago. 

Hábitat de la manto de púrpura en el parque natural «Arribes del Duero» (Zamora).

Lycaena alciphron y, en primer plano, otra mariposa muy común en su hábitat: la saltacercas (Lasiommata megera). Vigo de Sanabria (Zamora), 16 de junio de 2015.

Su hábitat, en cualquier caso, incluye áreas con relieves más o menos acusados y cubiertas de matorrales o de bosques de quercíneas aclarados. Condición obligada para su reproducción supone la presencia de sus plantas nutricias que son, como es habitual en su género, las acederas (Rumex acetosa) y acederillas (Rumex acetosella). En cuanto al período durante el que se ha registrado su vuelo en Zamora, se circunscribe de forma principal al comprendido entre la primera mitad del mes de mayo y la segunda del de agosto, si bien existen citas excepcionales más tempranas.

San Martín de Castañeda (Zamora), 8 de julio de 2014.

Andarríos vuelve a recorrer las orillas del Duero

Hace unos días tuvo lugar una nueva actividad de «Andarríos», programa de educación ambiental promovido por el Ayuntamiento de Zamora. En esta ocasión consistió en una sesión vespertina de observación e interpretación de la fauna y la flora del rio Duero a su paso por la ciudad, en concreto en el sector de Los Tres Árboles y Las Pallas.

Chopo (Populus nigra). Foto Charo Hernández.

Garza real (Ardea cinerea). Foto Nicolás Torres.

La lista de aves observadas que podéis consultar aquí: https://ebird.org/checklist/S122995662 sumó las 36 especies.

Gallineta común (Gallinula chloropus). Foto Rubén Barrio.

Martinete común (Nycticorax nycticorax). Foto Miguel Díez.

Según la web y base de datos eBird, este tramo urbano del Duero, con 199 especies registradas, ocupa el tercer lugar en la lista de sitios de interés destacados para la observación de aves en la provincia de Zamora: https://ebird.org/region/ES-CL-ZM/hotspots y el décimo en el conjunto de la comunidad autónoma de Castilla y León.https://ebird.org/region/ES-CL/hotspots?yr=all&m=

Mito común (Aegithalos caudatus). Foto Mario Braña.

Focha común (Fulica atra). Foto Mario Braña.

Además, destaca como el sitio con mayor número de listas recogidas en la provincia y el tercero en la comunidad. El número de observadores y fotógrafos de aves que recorren sus riberas se ha disparado en los últimos años, incluyendo un número creciente de visitantes que acuden a nuestra ciudad atraídos por la gran variedad de especies presentes y por las excelentes condiciones que encuentran aquí para la práctica de una afición en auge extraordinario.

Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus). Foto Luis Manso.

Aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus). Foto Luis Manso.

Programas como «Andarríos» y, anteriormente, «Zamora, Aves y Naturaleza», ambos impulsados por el Ayuntamiento de Zamora, han contribuido a esta situación de modo determinante, marcando un camino por el que debemos seguir avanzando: el del conocimiento consciente, la valoración orgullosa, la difusión generosa y -sobre todo- la conservación rigurosa de nuestro magnífico patrimonio natural.

La lagartija colilarga en Zamora

Villaseco del Pan (Zamora), 25 de abril de 2017.

Sin duda, uno de los rasgos morfológicos más llamativos de los lacértidos (lagartos y lagartijas) lo constituye la gran longitud relativa que presentan sus colas, en todos los casos superior a la de la suma de la cabeza más el cuerpo. El caso más extremo lo encontramos en una especie muy común en nuestro entorno: la denominada -con toda justicia- lagartija colilarga (Psammodromus algirus). En su caso, la suma de cabeza y cuerpo no sobrepasa los 9 cm mientras que el apéndice caudal (entre dos y tres veces más largo) puede alcanzar los 23 cm.

Exclusiva del extremo occidental del Mediterráneo, se distribuye por casi toda la península ibérica, una pequeña área del sureste de Francia y parte del Magreb (Marruecos, Argelia y Túnez). Se trata de una lagartija “de suelo” (no ligada a roquedos o edificaciones), resultando la más abundante y característica de los bosques mediterráneos ibéricos: encinares, alcornocales, robledales, pinares…Preferentemente con espeso sotobosque de arbustos y matorrales como la jara.

Torregamones (Zamora), 19 de mayo de 2021.

El característico y llamativo ruido que produce cuando huye velozmente entre la hojarasca seca del suelo de un jaral, supone a menudo la primera evidencia que delata su presencia. También aparece en bosques de ribera que no sean demasiado húmedos y umbríos, como alamedas y fresnedas, y en campiñas agrícolas con cultivos leñosos y restos dispersos de la vegetación mediterránea autóctona.

Distribución de la lagartija colilarga (Psammodromus algirus) en el Atlas de los Anfibios y Reptiles de Zamora (NaturZamora-AZCN).

En la provincia de Zamora se trata de una especie ampliamente distribuida que podemos encontrar, en mayor o menor medida, en todas nuestras comarcas. Sin embargo, resulta muy escasa y local en Sanabria, donde la influencia atlántica se manifiesta de modo más marcado y su nicho en los bosques y matorrales es ocupado, principalmente, por otra interesante especie: la lagartija de Bocage (Podarcis bocagei), endémica del noroeste ibérico.

Montamarta (Zamora), 9 de junio de 2014.

También resulta escasa y localizada en las inmensas extensiones de cultivo cerealista de la comarca de Campos, parte oriental de Tierra del Pan y norte de Toro, donde apenas halla hábitat propicio para su supervivencia. Por el contrario, la máxima abundancia se detecta en las comarcas de ambiente más mediterráneo y mayor superficie de bosques y matorrales, especialmente en las de Sayago, Tierra de Alba, Aliste, Tábara y Los Valles.

Fermoselle (Zamora), 17 de marzo de 2019.